Como muchas ya habréis visto en mis redes sociales, uno de mis destinos en vacaciones, desde hace años, es Cádiz. Siempre paso unos días entre Roche y Rota y, entre ambos puntos, suelo hacer un descanso en en el Hotel Barceló Sancti Petri, en primera línea de la playa de la Barrosa, en Chiclana. Mis hijas no perdonan la visita y yo tampoco.
Es de esos hoteles a los que se puede ir tanto en familia, con niños pequeños o adolescentes, como en pareja, con amigas… Es tan grande y hay tantos espacios (más de 35.000 metros cuadrados de jardines y terrazas) que todos pueden disfrutar sin interferencias de unas vacaciones a medida.
Mientras mis hijas disfrutan en sus piscinas (una interior climatizada y cinco exteriores, una de ellas con toboganes para los más pequeños; dos con cloración salina para personas con alergia al cloro, pieles sensibles o atópicas y otras tantas bañeras de hidromasaje exteriores al lado de cada piscina exterior) yo doy largos paseos por la inmensa playa, disfruto de su spa (el más grande de Andalucía) y siempre aprovecho para realizarme alguno de sus innovadores tratamientos.
En cuanto a la gastronomía, aunque la zona cuenta con muchas opciones para disfrutar de la cocina gaditana, el hotel dispone de distintos restaurantes para que oferta culinaria no “aburra” a los clientes. A mí no hay nada que más me canse que un buffet en el que siempre hay lo mismo a la hora de comer y de cenar todos los días. En este caso, en el buffet además de una gran variedad de cocina mediterránea e internacional, por los noches organizan cenas temáticas.
Para los amantes del atún, una joya: el restaurante Atunante en el que sus platos giran alrededor del atún rojo de almadraba pescado en las costas de Cádiz. Una delicia. Pero hay más. En el Beach Club La Bahía hay que optar por el pescado fresco y los arroces mientras que en La Brasería , la especialidad son las carnes y pescados a la brasa.
Si el año pasado disfruté de una experiencia Tui Na, éste he probado su tratamiento Improvisado en pareja, en el próximo post os lo cuento.
