¿Qué cómo me las maravillaría yo para estar tan mona sin salir de casa?, por Mayte Martínez

¡Ay Geni qué preguntas! Ahora que estamos todos tan filosóficos y encerraditos, mirando por la ventana a ver si vemos a Virus coger las maletas a Marte. Como periodista de belleza tengo ventaja. Productos no me faltan. Además la belleza para mí, como digo siempre, no es una frivolidad, es una filosofía, una parte intrínseca de la vida, porque belleza es todo, y a todos nos gusta, en nuestra casa, en el arte, en los paisajes, en las personas, por dentro y por fuera.

Porque sí, la belleza interior existe, y se ve, y se consigue de varias maneras.  Aunque se puede nacer bello, normalmente la belleza se hace, con educación, respeto, amor. Hacia los demás y hacia uno mismo.  Cuidarse es ser responsable, y eso es muy bonito. No dejar que la piel se seque y estropee, como evitamos que se mueran nuestras plantas por falta de agua. Seguir una limpieza escrupulosa de piel, pelo, dientes. Igual que limpiamos, no solo ahora, nuestra casa cada día, o cada dos.  Hacerse un bonito corte de pelo, pintarse los labios, esmaltarse las uñas o maquillarse los ojos para, simplemente, lucir mejor, como cuando ponemos cortinas a nuestras ventanas, o colgamos un cuadro en la pared. Belleza eres tú, igual que tu casa, tu pareja elegida, tu lugar de vacaciones, tu museo favorito.

En definitiva, que mis cuidados de belleza no los desbarata un confinamiento, entre otras cosas, otra ventaja, porque aunque nuestra profesión parezca muy glamurosa, todo el día paseando el tacón de presentación en presentación, hay muchas horas de soledad frente al ordenador, en casa, largas jornadas que a veces se prolongan del amanecer a la noche, de tecla en tecla.

Yo todos los días, salga o no, incluidos los más de 20 que llevamos confinados, me levanto, me ducho, me doy mis cremas, me visto y, no, el tacón no me lo pongo, pero el perfume sí. Como tengo varios, según me encuentre y me apetezca.

Mi paso a paso un día de confinamiento

En la ducha (siempre después del café), un gel hidratante, que el agua reseca mucho. Estos días, por eso de las propiedades antisépticas, estoy usando el Gel de Árbol de té de Alqvimia.  Una vez a la semana, utilizo exfoliante corporal, muy fan de los orgánicos  de Natura Siberica. Como me gusta cuidarme, pero soy un poco perezosa, uso la ducha para varios gestos. Aprovecho para limpiarme el rostro. Estos días con MIYA Cosmetics mySUPERskin y, también en la ducha, me lavo los dientes. Ahora estoy usando Yotuel all-in-one, con vitaminas B5 y E.

Cada tres días me lavo el pelo. Aquí varío mucho de productos. Unos días uso champú hidratante, otros para color, otros exfoliante, a veces para cabello rizado… Mi último descubrimiento, Aceite Limpiador de Semilla de Ricino de Oil Ultime. ¿Os imagináis lavaros el pelo con aceite? Yo me quedé loca cuando me lo presentaron, tenía que probarlo. Te lo aplicas en seco, mecha a mecha, y lo distribuyes de raíces a puntas. Y luego lo retiras con agua. Tengo que admitir que la sensación es rara, pero el pelo queda limpio, y suave. Es de Schwarzkopf Professional, de venta exclusiva en peluquerías. 

Más productos capilares que puedes encontrar en estos momentos en mi estantería y que uso aleatoriamente: Sublime Curl de René Furterer, Gentle Conditioning Shampoo y Everyday Beautiful Conditioner de Philip B, Mascarilla Glow de Authentic Beauty Concept, Frizz control & Luminosidad Hair Biology de Pantene, Curly superglow mask de Alma Secret, Angel.Wash (champú para pelo fino y coloreado) de Kevin.Murphy. Una o dos veces al mes utilizo el exfoliante capilar Scrub apaisant de Kerastase, Ah, también utilizo #colorblaster Sutro de Indola, un acondicionador pigmentado que ayuda bastante a disimular raíces. Para estos días de confinamiento se me queda escaso, porque matiza ligeramente la cana, pero de momento me voy apañando.

Salgo de la ducha, me seco y me tonifico rostro, cuello y escote. Me quedo con Comforting toner de Mádara, para piel sensible y seca. Después contorno de ojos. Ahora estoy con la Crema Reparadora de Belcils, pero también me gusta el rellenador de Liposomial Well-Aging. Luego paso al sérum. Aunque expertas dicen que se aplica antes del contorno de ojos, yo prefiero hacerlo después, porque así mantengo los ojos aislados de todo producto que no sea específicamente diseñado para ellos.

Ahora estoy usando Artistry Signature Select, un suero personalizado compuesto por una base y 5 concentrados (Hidratante, Reductor de Finas Líneas, Iluminador, Control de Imperfecciones y Reafirmante). Puedes combinarlo hasta con dos concentrados, multiplicando el sérum por 3, yo lo hice con el booster reafirmante y el hidratante. Lo aplico en rostro, cuello y escote. Y como paso final de tratamiento Vital Perfection de Shiseido.

El cuerpo lo hidrato a diario. Y si es con un producto además reafirmante, mejor. Insisto en cara interna de muslos y brazos, codos y rodillas, y también talones. Ahora estoy usando Nourishing Body Lotion de Bluevert, cosmética bio-friendly Skin Perfection.

Y sobre la hidratante, perfume. Suelo tener varios al retortero, para la mañana, para la noche, un plus de energía, algo intenso, algo fresco, depende. Estos días me pongo Eau de cologne Cedrat de Pur Eden. Aunque llevo muchos meses con ella, desde que estoy confinada es la única que uso, me da energía, sensación de limpieza, y un aroma muy agradable. Me rocío entera. 

Ahora mismo en mi estantería convive con L’Eau d’armoise de Serge Lutens, Fleur musc for her de Narciso Rodríguez, Halloween I’m Unique y Fleur Narcotique de Ex Nihilo. Pero estos días no las uso, no sé, me resultan como más íntimas. Y bastante intimidad tengo ya, quiero alegría, jarana, ruido, explosión de luz y color, con olor a libertad.

¿Maquillarme? Nunca demasiado y, sinceramente, ahora en casa, no me ha dado por ahí. Cuando salgo de presentación me suelo poner un poco de colorete, me gusta mucho la edición de primavera Blush Dominate de Nars. También máscara de pestañas, últimamente The Volume Mascara de 3INA, y un rojo de labios de labios, una de mis últimas adquisiciones Mineralist Hydra-Smoothing LIpstick de Bare Minerals, vegano, hecho con minerales y con el mínimo de ingredientes.

¿Y para la noche? 

La pereza me vence, estos días y siempre, así que aquí soy muy rápida. Limpieza facial, como no me maquillo, ahora la hago sencilla, con Surface Radiance Cleanse de Medik8. O con los discos faciales de Colbert, la bomba, una exfoliación suave que deja la piel maravillosa. Termino con una crema ligera de noche, en estos momentos, Concentrado de noche Jowaé.

Y eso es todo amigos, así me cuido, hoy y siempre. Y diréis, pues seguro que no echa nada de menos. SÍIIIII. La cosmética es imprescindible y los resultados son visibles, no dejes de usarla nunca pero, a cierta edad, que en mi caso son ya 55, ahí es nada, se queda corta.

Especialmente la flacidez es muy difícil resolverla con productos. Así que lo primero que haré cuando me dejen salir (parecemos condenados pero ni siquiera podemos tachar días en el calendario porque no sabemos la fecha final) es llamar a Clínica Menorca  para pedir cita y hacerme un tratamiento facial de remodelación del contorno, sin cirugía por supuesto. Como aunque están cerrados, confinados como todos, siguen prestando atención telefónica y por skype, de lunes a viernes de 11 a 13 y de 16 a 18, ya he pedido consejo y me han recomendado la bioplastia, técnica de estética para remodelar los ángulos y volúmenes del rostro en media hora. Mínimamente invasivo, rápido y de ‘efecto lifting’ inmediato, sin anestesia.

Y después, cita en el salón Alex Sestelo para teñirme, no ya las raíces, me temo que la melena entera. Voy a pasar del blanco al negro, porque en casa no me atrevo. Sé que es gesto habitual de muchas mujeres con canas pero, si os habéis fijado, en  mis cuidados no he mencionado ni plancha de pelo, secador, espuma, laca o fijador. Porque yo lavar e hidratar lo que quieras, pero ¿Peinar? ¿Teñir? Dejé de intentarlo allá por la adolescencia, cuando todas mis amigas se arreglaban el flequillo, se alisaban el pelo y hasta se ponían bigudíes (sí, ya sé que la mayoría no sabéis lo que es eso, ¿Pero a qué es chula la palabra?). También yo a los 15 años le ponía mucho entusiasmo, pero después de horas, que terminaban con mi cabeza de nuevo bajo el grifo, desistí, y no he vuelto a peinarme más que con un tenedor de púas separadas cuando me lavo el cabello. Menos aun teñirme. ¿Para cuándo??????

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