No gana uno para sorpresas. Aún no me había repuesto del subidón de adrenalina que me supuso la victoria del Atleeeeeeeeti sobre el Real Madrid en su propio estadio, que me ha durado más de diez días, cuando me suena el teléfono y me dice una amiga:

– ¿Estás sentado?

– No, –le contesto– estoy tumbado en el sofá, comiendo ganchitos. Y me dice con la voz tremendamente alterada…

– Pues no te incorpores, porque lo que te tengo que decir es muy, muy fuerte.

– ¿No me digas … -interrumpo, visiblemente inquieto- … que han anulado el partido por alineación indebida?

– ¿Qué partido?

– Bueno, déjalo ¿Qué pasa?

– ¡Que el botox ha llegado al pelo!

– ¿Cómo?

– Como lo oyes ¡El botox ha llegado al pelo!

– ¡Diooooooooooos!

Debo reconocer que me quedé de piedra. Comencé a investigar como es obligación de cualquier periodista. Escribí “botox para pelo” en Google y me salieron 1.440.000 resultados. Realizada la investigación seleccioné un artículo al azar y así me enteré de que realmente no es botox, o sea toxina botulínica, que es como se llama realmente, sino que se trata de una mezcla de vitaminas D, B6 y pantenol que sirven para que el cabello adquiera volumen y se suavice la pelambrera.

Por lo que se ve es la leche. Si tienes el pelo encrespado, arisco, con las puntas abiertas como el corazón de los santos, si te ha quedado “escuchimizao” después de haberlo teñido durante años y años o haberlo expuesto a la acción demoledora de los rayos de sol más de lo que lo ha hecho Julio Iglesias, ya no tienes que preocuparte. Del mismo modo que el botox rellena las pieles desinfladas, este complejo llamado, entre los que somos profesionales de la belleza, “Hair Botox” te va a dejar la melena con unos pelos gordotes y rellenos como morcillas de Burgos. Bueno, no tanto, pero lustrosa y como nueva.

Pero, ojo, que no es tan sencillo como echarte un chorro por la cocorota y ya está, no. Exige un tratamiento cuidadoso. Lo primero que hay que hacer es lavarse el pelo con un champú alcalino. No vale usar cualquiera y ponerte unas pilas por la cabeza después. De este modo la cutícula se abre y se eliminan todos los residuos. Esto por decirlo de modo fino, pero a lo que me refiero es que va fuera toda la mierda y la caspa y “tó”. Se seca un poco la cabellera y se procede a aplicar lo que los profesionales de la belleza llamamos “Hair Botox” mediante un masaje por todo el cabezón que ayuda q que el producto al que los profesionales de la belleza llamamos “Hair Botox” queda dentro. Inmediatamente después se aclara el pelo con agua fría para que se cierre el poro. Tras el secado se plancha el pelo para que el producto quede sellado y penetre bien dentro de la fibra capilar de los pelánganos.

El resultado es inmediato y su duración viene siendo de unos tres meses aproximadamente. Puedes seguir, además, haciendo vida cabellística normal, es decir, que puedes continuar usando tu champú habitual, peinándote como se te antoje, tiñéndotelo de rubio natural o dejando que la caspa se acumule en tu cuero cabelludo. No exige un cuidado especial, quiero decir. A los tres meses te lo vuelves a poner o no, si no quieres y prefieres tener el pelo ahí, “tó pegao” y lampiño como si te lo hubiera lamido una vaca, pues no.

Yo como tengo un pelo de artista de Hollywood que no se puede aguantar no necesito ni esto ni ninguna otra milonga. Mira por donde voy a ir ahora a cortármelo y lo que me quiten lo voy a donar para que hagan pelucas a para los calvos pobres.

 

3 Comentarios

  • Chelo Santa Barbara
    Posted 5 October, 2013 8:51 pm 0Likes

    Pues ya me quedo más tranquila….
    Muy bueno, Juan Luis, como siempre!
    Un beso.

  • Anonymous
    Posted 7 October, 2013 8:02 pm 0Likes

    Tú lo has dicho…"milonga"

  • Anonymous
    Posted 18 October, 2013 2:37 pm 0Likes

    ¡Cómo sois los profesionales de la belleza!

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