Alqvimia spa Madrid

Alqvimia no es una marca al uso. Su visión de la belleza nace de un concepto holístico en el que el equilibrio energético y la armonía cuerpo-mente son tan importantes como las materias primas utilizadas. De hecho, su fundador y alma máter, Idili Lizcano, siempre ha defendido que ciencia y espiritualidad deben ir de la mano. En un mundo donde cualquier cosa es susceptible de ser medida o cuantificada, es muy necesaria una cosmética que, además de la eficacia, busque un bienestar anímico. Y es que no hay likes, followers, favs ni views para el alma. Además, ya era una firma 100% natural y ecológica mucho antes de que la invasión verde se pusiera de moda.

Spa Alqvimia Madrid

Por eso tenía muchas ganas de conocer el spa que inauguraron el pasado mes de mayo en Madrid, sito en la esquina de Don Ramón de la Cruz con Lagasca (telf.: 915 780 966 / alqvimia.com). Y allí que me personé acreditando un pelazo entre imperial y cumbre para probar el Oasis de la Serenidad (90 mins / 145 €), un ritual completo que combina beneficios antiestrés, hidratación y nutrición con texturas y olores muy agradables. Comienza con una exfoliación corporal con sales del mar Muerto para eliminar las toxinas acumuladas y preparar la piel para los activos que vienen a continuación. Después es el turno de la envoltura de barro, procedente del mismo lago, que se encarga de aumentar tanto la circulación sanguínea como la actividad metabólica. Esto permite que lo más de 20 minerales y oligoelementos presentes en su composición, algunos de los cuales solo existen en esta zona, hagan correctamente su trabajo. Mientras la envoltura actúa, toca prestarle atención al rostro. Como tenía los ojillos cerrados y estaba muy, muy relajado, no os puedo contar exactamente el paso a paso, pero sí recuerdo una mascarilla tan potente que se aplica sobre un velo. Tras una ducha para deshacerse de los restos de barro, un masaje con aceites relajantes es la guinda del pastel.

recepción spa Alqvimia Madrid

Si ya estáis atacados por la inminente llegada de la Navidad, los atascazos, el consumismo desenfrenado, las interminables colas y, lo que es más estresante, las cenas familiares, os recomiendo que os regaléis una visita al spa de Alqvimia. Seguro que después veréis las cosas de otra manera.

1 Comentarios

  • Iuliana Andreea Munteanu
    Posted 5 November, 2015 7:24 pm 0Likes

    Pues me vendría genial!

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