Siempre me ha gustado mirar por detrás. El remite de una carta, el envés de una mano, la carcasa de un reloj de pulsera, cómo me queda el pelo sobre la retaguardia y, lo confieso, qué culo me hacen los vaqueros o la braguita del bikini. Mi cara B, no sé sí por la edad, por la menor actividad física o por quitarme 5 kilos de en medio, ha sufrido gravemente en los últimos meses. ¿Lo peor de mirarme el culo? Que me he dado cuenta de que los adipocitos de más, hacían su función y me daban proyección al glúteo. O sea, que mantenían erguida mi parte postrera, más redondita y sinuosa. También me molesta profundamente lo que los especialistas llaman “banana”, esa especie de michelín nalgar situado al comienzo de los muslos, como si llevaran un flotador. Pero quizás, lo que más me incordia de mi cara B es que se haya reblandecido, ahora no rebota cuando lo toco, ahora tiembla. Es lo que se llama flacidez.
Teniendo en cuenta que los glúteos son los músculos más grandes quetenemos, era de esperar que se rindieran a la ley de la gravedad a pesar de estar mejor sustentados que los pechos. Ellos sí, yo no. Siempre me ha gustado mi cara B y no soy de las que se rinden a perder algo sin luchar por ello. Lo de la flacidez cular no solo es cosa mía, estoy convencida que todas nos miramos el culo cuando nos probamos un bikini o un pantalón (con las faldas lucen más las piernas y las atendemos más en ellas). Sea como sea, -grande, pequeño, respingón, voluptuoso, redondo, cuadrado…- lo que más afea las nalgas, en mi opinión, es que estén blandas y declinen hacia el suelo. Mi lucha contra mi deterioro postrero comenzó hace 4 semanas. Primero, elaboré una estrategia, basándome en mis conocimientos y sabiendo de las armas con las que cuento, para luego pasar al ataque.
 
Además de controlar lo que he comido (intentando no devolverles a los adipocitos los territorios perdidos tras mi dieta proteinada de dos meses con Pro Line), dos veces a la semana, tengo sesión con Gabriel Ruiz, el entrenador personal que se digna aguantar mis estados físicos y emocionales y que me hace moverme para que me guste a la vez que cultiva músculo a músculo mi cuerpo. A esto le añado que a diario tengo la grata obligación de sacar a mis tres perras, tarea que intento hacer a buen ritmo y que si lo hago en solitario, me sirve para meditar mientras camino. Lo de rumiar mientras paseo no reafirma mis músculos, pero sí mi espíritu y mi mente. Me despeja casi tanto como una buena siesta. Con Gabi camino, juego al freezbee, a la pelota, estiro, y sobre todo me cuelgo de cualquier pilar en el que se sujete su TRX, una especie de cinta con elásticos con asas y que se regula según las necesidades. Me encanta este chisme, es mucho más eficaz que las bicis estáticas y casi no ocupa lugar. Una simple bolsita sirve para guardarla.
 
 
 
Pero para conseguir mi objetivo tengo más recursos. Uno, fundamental, las sesiones de Quantum CACI que estoy recibiendo en Carmen Navarro (a la que acaban de premiar merecidamente por su trayectoria profesional como empresaria). Se trata de un aparato de electroestimulación, de esos que te ponen unas placas y emiten corrientes farádicas que contraen y hacen trabajar los músculos. Su propaganda dice que una sesión de 20 minutos sobre los glúteos equivale a más de 200 ejercicios concretos de fitness para elevar los glúteos. Además de las placas de siempre, este aparato (en exclusiva en los Centros Carmen Navarro, de momento), incorpora unos manípulos especiales que te pasan tras un cuarto de hora de placas programadas en intensidad y deseos. Voy dos veces a la semana y ha sido después de la sexta sesión cuando he comprobado que sí, que estoy más firme y redondita en mi cara B y en la parte interna de los muslos que también sufren lo suyo esto de la caída. Me quedan otras seis para reafirmar aún más mis espaldas. 
 
 
Tanto a Gabi como al Quantum, los acompaño a diario con una buena dosis de crema reafirmante (por cierto, la de Kanebo Sensai es extraordinaria porque además te mantiene la piel hidratada horas) y un anticelulítico para la banana de marras. Me ha gustado mucho Deep Impact de Iodase porque mientras ha hecho frío agradecía su efecto térmico. Con el calorcito, prefiero el Advanced Firming Creator de Shiseido, del que soy una auténtica friki.
 
Ahora me miro por detrás y casi me he reconciliado con mi cara B, digo casi porque las mujeres somos tan exquisitas que siempre nos encontramos defectos. A pesar de todo, lo confieso, mi plan está dando resultado. Y no lo digo yo, sino el cómo me quedan los pantalones blancos ajustados, tan de moda y tan difíciles de que te queden bien.

7 Comentarios

  • COMMUNITY TRAINING
    Posted 22 April, 2013 11:57 am 0Likes

    Muy bueno el artículo Itziar.

    Vamos a seguir disfrutando del ejercicio y endureciendo poquito a poco.

    Un saludo.

    Gabi

    communitytraining.es

  • Ines Rocha
    Posted 22 April, 2013 12:02 pm 0Likes

    De verdad se te tienen que poner perfectos,no sera por ejercicio y tratamientos!!,
    Animo!!,

  • Tamara
    Posted 22 April, 2013 4:37 pm 0Likes
  • Nero Beauty
    Posted 22 April, 2013 6:42 pm 0Likes

    Vivo en una ciudad con cuesta…parezco "Rocky Balboa" subiendo las colinas…¡todo sea por un culo 10!
    Un abrazo Itziar.

  • Charo F
    Posted 24 April, 2013 11:40 am 0Likes

    No será porque no hacemos sacrificios para tener culito, no de 10 sino de 20… jajajaja…

  • Nataly Tatlian
    Posted 24 April, 2013 7:02 pm 0Likes

    Arriba hay que tenerlo!!!!Te invito a visitarme!Espero que puedas pasarte y dejar tus comentarios o sugerencias!
    Gracias!!

    http://www.miredline.blogspot.de

  • centro de estetica
    Posted 29 April, 2013 3:40 pm 0Likes

    Itziar, leyendo tu artículo me has arrancado 4 carcajadas, pero qué mujer más simpática!!!

    Bueno, al tema: afortunadamente la flacidez tiene hoy solución no quirurgica. Los cosméticos que indicas son una buena referencia y como tratamiento en cabina, lo que mejor resultado me ha dado es la radiofrecuencia y despues la electroporación o introducción del cosmético en capas profundas de la piel.

    Como sigas redactando así, no me voy a despegar de tu blog y es que tengo que currar!. Chao guapa!

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