Secretos de moda para una buena salida. Y entrada…, por CLARA I. BUEDO

Yo soy muy de rituales. De esas frikis que en momentos especiales se lía con una retahíla de recetas y ritos para atraer a las hadas y los duendes de la buena estrella, y me ves con inciensos y velas; y altares imaginarios; y siguiendo al pie de la letra lo que otro friki ha dicho que hay que hacer para tener buena suerte.

La suerte… Dicen que la suerte no es para quien la busca, sino para quien la encuentra; pero Elsa Punset dice que no, que es para quien la busca. Y a mí me gusta mucho Elsa Punset (¡qué bien se explica!, da gusto verla gesticular con esa gracia y entonar sus frases con tanta melodía), así que, como punsetniana empedernida, me he puesto a recopilar todos los ritos y secretos estilísticos que nos ayuden a entrar en 2011 con toda la mejor fortuna posible; porque la moda, también ayuda.

Lo primero y fundamental es empezar construyendo un interior armado a prueba de gafes y malfarios. No hay Nochevieja que se precie sin unas buenas bragas rojas. ¿Alguien sabe quién se inventó la leyenda de las bragas rojas? Seguro que fue un chino de los antiguos “Todo a 100” y el tío hizo el agosto antes de acabar el año, la cuestión es que desde entonces, momento que soy incapaz de ubicar, mi familia entera (incluidos los hombres) nos intercambiamos ropa interior roja para acicalar nuestros potos y dejarlos cachondos y picarones antes de acabar el año. Porque es fundamental que la ropa interior sea regalada para que mantenga intacta su función hacedora de buena suerte.
¿Tiene que ser necesariamente roja? Pues depende de lo que se busque. Si lo tuyo en el amor es un auténtico fiasco, céntrate en ese color y no experimentes más con el azar… pero si lo que buscas es fortuna en general, decántate por el amarillo o dorado, símbolos de la riqueza y prosperidad. Si más que sexo quieres ternura, el tuyo es el rosa. Y si quieres mantenerte neutral, no lleves nada. La cuestión es que hay que estar pendientes del ritual, a ver si vais a pensar que esto consiste en ponerse el indumento en cuestión y santas pascuas, nunca mejor dicho. La leyenda dice que debes ponerte la prenda interior la noche del 31, antes de que toquen las campanadas que inauguran el nuevo año, inmediatamente después, tienes que ponerte la prenda del revés. Vaya usted a saber porqué.

En cuanto a colores, el rojo es signo de buenos augurios en China, pero el naranja lo es en Japón, color del optimismo y amado por los dioses porque simboliza el amor puro e ideal; lo sublime… Para los occidentales el verde es signo de esperanza y el dorado de riqueza. Sea como fuere, sigas unas culturas u otras, esta Nochevieja decántate por el color en toda su expresión y olvídate del negro si lo que quieres es llamar a la suerte. Si ya tienes listo tu outfit y ¡justo!, elegiste el negro, aprovecha el valor de los accesorios para poner una nota del color de la fortuna: un pañuelo, una corbata, las medias o una boa de plumas, la cuestión es que incorpores un cebo para pescar buena dosis de dicha en 2011.

También en China y regido por el Feng Shui, existe el ritual del calzado nuevo. Dicen que el día 1 de enero simboliza la cabeza, y el 31 de diciembre (fin de año) los pies. Atrae lo nuevo, lo esperanzador y lo auspicioso para el año que entra con un buen par de zapatos sin estrenar. Como plantillas, unos billetes de leuros para atraer al poderoso caballero Don dinero, que no viene nada mal en los tiempos que corren… Requisito imprescindible es culminar el look con unas buenas joyas, amuletos por antonomasia. En cuanto al material, el oro es el rey, no hay mayor símbolo de riqueza, pero también importan las formas: elefante con trompa hacia arriba, tréboles de cuatro hojas, herraduras, llaves, monedas, corazones…

Yo pienso llevar un elefante que más que a escala es a tamaño real, no puede ser más grande el bicho… con unos zafiros (piedra de la verdad y la justicia, atrae el compromiso, repele el odio y otorga pureza y sabiduría) y diamantes (la más preciosa de las piedras). Ahora solo queda echar unas cuantas piezas de oro en la copa, pedir un deseo con cada uva y brindar por un 2011 lleno de creatividad, dicha y moda, ¡mucha moda! Os deseo la mejor Nochevieja, llena de felicidad, optimismo y mucha suerte. Nos leemos el año que viene. ¡Feliz 2011!