Reconozco que soy incapaz de ducharme con agua fría pero quienes sí lo son tienen mucho ganado en términos de salud, belleza e, incluso, económicos. Este sencillo gesto, además de reforzar el sistema inmune y reducir el estrés, es un estupendo remedio para combatir la celulitis. Pero hay más motivos para reducir considerablemente los grados del agua de la ducha. Os los enumero a continuación:

  • Refuerza el sistema inmunitario. Ducharse con agua fría de forma regular previene la posibilidad de contraer enfermedades del sistema inmune.
  • Proporciona energía. Las duchas de agua fría mejoran el ritmo cardiaco y generan noradrenalina; por eso, es normal sentirse más despierto y alegre.
  • Ayuda a combatir dolores. Sobre todo, para quienes practican deportes como el running. Ayuda a desinflamar y, si se alterna con agua caliente, favorecerá a eliminar la sensación de piernas cansadas.
  • Quema calorías. Al ducharnos con agua fría la temperatura corporal baja, por lo que el organismo aumenta el gasto energético para mantenerla y acelera el metabolismo.
  • Mejora el aspecto de la piel. El agua fría tiene un efecto tensor y reafirmante sobre la piel. Además,  combate la flacidez y las arrugas, y ayuda a eliminar las células muertas y a prevenir las estrías.
  • Reduce varices y celulitis. El cuerpo intenta solucionar la acumulación de grasa localizada disolviéndola de forma autónoma, provocando retención de líquidos. El frío posee propiedades desinflamatorias, que ayudan a la circulación y a combatir dicha acumulación. Además, si se combinan estas duchas con tratamientos como la presoterapia, se ayudará a acabar con esa grasa y a reducir la aparición de varices y celulitis.
  • Disminuye las ojeras y rojeces. Especialmente por las mañanas, el agua fría ayuda a deshinchar el rostro y le proporciona un efecto lifting. 
  • Da brillo al pelo.  Favorece que los poros y cutículas del cuero cabelludo se cierren y, por tanto, que el pelo crezca más sano y brillante.
  • Despeja la mente. No hay nada mejor que una buena ducha para dejar atrás un día largo o ayudar a terminar de despertarnos por la mañana.  Además, ayuda a dormir mejor, pues reduce la temperatura del cuerpo y la adapta a la del ambiente, favoreciendo así la relajación.
  • Reduce la factura energética al no utilizar agua caliente.

¿Hay o no motivos para intentarlo?

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