La primera persona que me habló de Cristina Galmiche fue Itziar Salcedo. Su manera de  describir cómo trataba las pieles “imposibles” me convenció para hacer una visita al centro que tenía en la calle Ibiza de Madrid. Y no porque mi piel fuera imposible, no lo ha sido nunca, lo que quería comprobar era si sus manos eran tan “milagrosas” como decía Itziar.

Fui y me encantó, tanto el tratamiento que me hice como ella. No nos conocíamos de nada pero ya charlamos largo y tendido. En aquel primer encuentro descubrí a una mujer apasionada con su profesión, dispuesta, no, encantada con los casos difíciles y feliz de ver como evolucionaban las pieles de sus clientes. Y es que Cristina vive cada caso como si fuera el único y eso ha conseguido que el “boca a boca” funcione y que se haya hecho convertido en una referencia en el difícil mundo de la estética madrileña.

Aquel día, hace ya varios años, pude ver la extraordinaria mejoría que habían experimentado decenas de pieles con acné. Unos rostros que habían pasado por todos los tratamientos habidos y por haber y que con Cristina (con constancia y siguiendo sus consejos de limpieza y cuidados) habían vuelto a la normalidad. Por eso, desde entonces, siempre la he recomendado cuando me pedían consejo para pieles complicadas y, también por eso he puesto a mi hija mayor en sus manos. Está tratando sus “granos” y su piel en general. Y, lo mejor, está siguiendo sus consejos a rajatabla (siempre es más efectivo que se lo diga alguien que no sea su madre, por muy experta en belleza que sea) y ya no hay mañana o noche que descuide la rutina de belleza que le ha indicado Cristina. Y lo hace porque está viendo como cambia, para mejor, su piel.

Igual que han visto los cientos de personas que han pasado por sus manos en sus treinta años de profesión. Y es que Cristina inauguró su primer centro de belleza en Alcalá de Henares y allí se convirtió en la esteticista de cabecera para solucionar problemas de acné. En 2009, abrió su primer espacio en Madrid, en la calle Ibiza (donde yo la conocí) y poco a poco, y gracias a su savoir faire que ha propiciado ese “boca a boca” del que os hablaba antes, ha tenido que “ampliar el negocio”.

Se ha mudado a un nuevo centro, de más de 200 metros cuadrados, en la calle Nuñez de Balboa, 103, donde sigue apostando por los tratamientos personalizados y en el que, por supuesto, sus emblemáticas limpiezas faciales (Oxigenación Artesanal) y sus tratamientos para el acné y las pieles atópicas siguen siendo el buque insignia de la casa. Pero por supuesto, en su centro puedes encontrar muchos más tratamientos faciales y corporales, desde fotodepilación a radiofrecuencia pasando por tratamientos de medicina estética o aromacología. Cuentan con la aparatología y las marcas más punteras, además de tener su propia línea cosmética, para conseguir una piel espectacular.

 

1 Comentarios

  • angeles
    Posted 7 January, 2019 8:46 pm 0Likes

    Me encantaría ponerme en sus manos,

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