En los 30 años de vida que tiene el LPG he tenido la oportunidad de probarlo en numerosas ocasiones. He ido viendo cómo evolucionaban sus aparatos, como se utilizaban en distintos centros (hasta en el Spa del Hotel Majestic en Cannes), he visitado la casa madre de la marca en Niza y, debido a mi profesión, he podido ser de las primeras en conocer los resultados de los nuevos lanzamientos. Y con el último, por supuesto, no he dejado pasar la oportunidad de probarlo.
Pero antes de seguir, y para las que no sepan de qué estoy hablando, voy a hacer un poquito de historia. El Cellu M6, más conocido simplemente como LPG, fue el primer aparato de “lipomasaje” del mercado. Con él, la terapeuta que lo manejaba (porque siempre tiene que haber una persona detrás de la máquina) iba pasando el cabezal del aparato por las zonas a tratar. Dicho cabezal contaba con dos rodillos motorizados que realizaban tres tipos de movimientos (ondulado, en forma de espiga y dibujando ochos) con los que conseguían movilizar la grasa, activar la circulación y drenar líquidos.
Pronto se convirtió en el tratamiento estrella para combatir la celulitis pero, todo hay que decirlo, también había quien decía que provocaba flacidez. Esto último, se achacaba bien a la persona que manejaba el aparato o a los potentes tirones que provocaba en la piel. Lo primero es una lotería, de los mejores sitios en los que me lo han hecho ha sido en Tacha (donde además del corporal estrené el cabeza facial cuando se lanzó) y en Carmen Navarro (donde he probado este último).
Para acabar con esa leyenda (negra o no) de que provocaba flacidez. La empresa siguió investigando y realizando mejoras tanto en la potencia como en el protocolo del tratamiento, al que se incorporó un mono de malla finísima para facilitar el “agarre” del cabezal en el tejido, sin realizar esos “polémicos” estiramientos de la piel (es el que llevo puesto en las fotos).
Y, llegamos a este año, en el que nace el nuevo LPG Cellu M6 Alliance. Lo que muchas (y muchos) incondicionales de LPG seguro que se preguntan cuáles son las diferencias entre el modelo antiguo y el nuevo. Os cuento:
- Se ha eliminado uno de los rodillos y se ha incorporado una válvula motorizada (como la de cabezal facial ergolift) para realizar un masaje mecánico y una aspiración secuencial sincronizada.
- Incorpora un sensor (Alliance Skin Identity) para adaptar la estimulación y la intensidad en cada zona del cuerpo en la misma sesión. De esta forma el tratamiento es totalmente personalizado ya que el sensor localiza las zonas con más o menos grasa y actúa en consecuencia.
- Las sesiones se adaptan al tiempo disponible de cada paciente (desde 10 a 40 minutos)
- Los resultados son visibles a partir de la tercera sesión, antes se necesitaban seis.
Este nuevo aparato está diseñado para combatir la grasa localizada, la celulitis y la piel de naranja además de para reducir volumen , mejorar la circulación, la hinchazón de las piernas y todo ello, aseguran desde LPG, reafirmando el tejido en la misma sesión. Como os decía antes los resultados son visibles desde la tercera sesión, siempre y cuando te las realices en los tiempos correspondientes.
Yo me las he hecho, en el centro de Carmen Navarro, pero con un intervalo de casi un mes entre una y otra (mea culpa) y así es difícil ver sus efectos, excepto los drenantes que son espectaculares. Lo ideal es comenzar con un par de sesiones a la semana. El tratamiento lejos de ser molesto es muy muy agradable, tanto que puedes llegar a dormirte. El precio por sesión, a partir de 60€.
Más info: www.endermologie.es
