En el mundo de la cosmética cuando un ingrediente se pone de moda no hacemos más que oír hablar de él a todas horas. Y eso es lo que está ocurriendo con el resveratrol. Pero vamos a ir por partes. El resveratrol es un fungicida natural que producen algunas plantas, como la vid, cuando sufren bien ataques de patógenos de hongos o bacterias o estrés –si las plantas también se estresan- como el provocado por la caída de la hoja o por falta de agua. En las uvas, el resveratrol se encuentra principalmente en el hollejo y las semillas. Otros alimentos que contienen resveratrol son los cacahuetes, el mosto de uva y los arándanos, pero en mucha menor cantidad que en las uvas.

Donde se halla de forma más abundante es en el vino tinto, con una cantidad que depende del tipo de uva (las más ricas en resveratrol son vitis vinifera, labrusca y muscadine). Sin embargo, no se encuentra en el vino blanco, dado que el tinto fermenta junto al hollejo de la uva, lo que permite que el vino absorba el resveratrol, a diferencia del blanco, en el que se retira la piel mucho antes. Tras muchos estudios e investigaciones sobre el resveratrol, en el año 2003 David Sinclair, de la Escuela de Medicina de Harvard, demostró su papel clave en la activación del gen SIRT1, conocido como genes de la longevidad y publicó en la revista Nature, un artículo sobre los efectos positivos del resveratrol y su activación de las sirtuínas para alargar la vida de la mosca de la fruta.

Tres años más tarde científicos italianos consiguieron los primeros resultados positivos sobre los beneficios de la suplementación con resveratrol en vertebrados experimentando sobre la especie Nothobranchius furzeri, un pez cuya vida media se alargó en 56 % tras administrarle una dosis máxima de resveratrol. No sólo eso: los peces que tomaban el resveratrol se mostraban más activos y aprendían con mayor rapidez a evitar estímulos desagradables. A finales de ese mismo año, Sinclair demostraba que el resveratrol contrarrestaba los efectos negativos de una dieta alta en grasa en ratones. Precisamente este hecho, el de contrarrestar los efectos de una dieta alta en grasa es según el Dr. Julián Conejo-Mir, Presidente de la AEDV (Academia Española de Dermatología) “un hecho probado. En los países mediterráneos, como España o Grecia, vivimos más”, explica el Dr. Conejo-Mir, porque incluimos el vino en nuestra dieta, el cual posee una molécula capaz de aumentar la longevidad llamada resveratrol, un polifenol con propiedades antioxidantes y anticancerígenas”. De hecho estudios recientes han demostrado que también es beneficiosa contra la obesidad. “Aún así de momento sus propiedades sólo han sido probadas en ratones, y por otro lado deberíamos beber 17 litros de vino tinto diario para conseguir la cantidad necesaria de resveratrol, algo totalmente contraproducente como es lógico. A nivel cosmético, aunque existen firmas que aseguran incluir esta molécula, no poseen la cantidad suficiente como para frenar el envejecimiento cutáneo algo que seguramente se logrará en el futuro”, finaliza el dermatólogo. Pero lo que no se puede negar es que el resveratrol contiene importantes propiedades antioxidantes y esas son precisamente las responsables de su salto al mundo cosmético, aunque para ser eficaz en aplicación tópica, es decir, sobre la piel, ha de sufrir una transformación molecular. Entre los últimos lanzamientos con este ingrediente se encuentran:
Skeen Drink: Complemento alimentario en solución bebible concentrada que contiene 0,25% de resveratrol en su forma activa, una de las dosis más altas que se encuentran en el mercado. Equivale a tomar cuatro copas de vino sin sus efectos negativos. Está formulado para tratar los signos de la edad y mejorar visiblemente la calidad de la piel, perfeccionarla y darle juventud y tonicidad al tiempo que favorece la eliminación de toxinas para un efecto de luminosidad en la tez. Tiene un gusto agradable, no contiene colorantes ni azúcar añadido y está testado clínicamente bajo control dermatológico. Se toman dos goteros directamente o disueltos en agua, té o zumo de frutas. El envase contiene 50 ml y cuesta 45 €. Se vende exclusivamente en las tiendas Sephora o en http://www.skeen.fr/.
Y en cuanto a cremas con resveratrol entre las novedades encontramos dos de venta en farmacia Vinum Crema Anti-Age, formulada para prolongar la juventud de la piel mediante la estimulación de los genes de la longevidad que tiene como objetivo nutrir, combatir las arrugas y el estrés oxidativo (50 ml, 25,90 €) y Vitamin A,C,E con Retinol y Resveratrol, de Farma Dorsch, un tratamiento antienvejecimiento para cara y cuello que retrasa y combate la formación de arrugas y flacidez aumentando visiblemente la densidad de la piel. (29 €) Además de en farmacias puede encontrarse en parafarmacias.

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