Que Kenzoki es una de las marcas más sensoriales del mercado lo tiene claro cualquiera que haya probado alguno de sus productos. A pesar de eso, la marca ha decidido reformular toda su gama con la idea de ofrecer texturas sensoriales, cada vez más eficaces y acertadas y con un mínimo del 90% de ingredientes de origen natural.
Entre esos ingredientes hay uno que destaca por encima de todos: la flor de Loto Sagrado. Esta flor, utilizada en Asia con fines medicinales, ornamentales y espirituales desde hace más de 2.000 años, es un símbolo de belleza y pureza de la que se dice, que nunca se marchita ni envejece. Y es que el Loto Sagrado es una planta con poderes asombrosos que sobrevive en condiciones extremas adaptándose extraordinariamente a su medio de vida subacuático.
El Loto Sagrado que utiliza Kenzoki se cultiva de mayo a octubre, a lo largo del río Mekong en la llanura de Vientiane en Laos, a través de un colaborador exclusivo de Kenzo. Se cultivan en redes para el cultivo de arroz irrigadas que permiten controlar la pureza del agua. La recolección de sus flores se realiza a mano, muy temprano por la mañana, o al final del día, en la fase ideal de floración, sin perder un pétalo ni tocar el agua, para preservar todas las cualidades. Una vez recolectadas, las diferentes partes de la flor se clasifican manualmente y se secan según los procedimientos tradicionales.
Quienes conocen la marca saben que esta flor forma parte del ADN de Kenzoki desde hace décadas y en sus últimas investigaciones han conseguido dos nuevos extractos, uno acuoso y otro oleoso, obtenidos a partir de disolventes 100% de origen natural para extraer moléculas específicas y aplicar mejor los beneficios clave para la piel. Ahora, estos dos extractos se han integrado en las fórmulas de los productos Kenzoki para difundir sus beneficios al primer contacto con la piel. Y, para que la sensorialidad sea aún mayor, cada una de sus tres gamas (Juventud, Hidratación y Nutrición) cuentan con espectaculares aromas creados por grandes nombres de la perfumería como Shyamala Maisondieu, Olivier Cresp y Florent Jubert.
Si el interior se ha modificado con la incorporación de estos extractos, el exterior también está viviendo una transformación para mejorar la huella medioambiental de la marca. Han comenzado a introducir plástico reciclado en algunas partes de sus envases lo que les ha permitido ahorrar más de cinco toneladas de plásticos fósiles. Los estuches se imprimen con tintas de fuentes bio y se fabrican con un cartón cuyas fibras proceden de bosques bien gestionados y fuentes controladas con certificado FSCTM. A partir de ahora, utilizarán etiquetas de seguridad en los envases para garantizar su inviolabilidad y así poder eliminar el celofán exterior. También han reducido el tamaño de los estuches, eliminado los acondicionadores interiores de cartón corrugado y los prospectos. Pequeños gestos con grandes resultados ya que con ellos se ahorran casi dos toneladas de papel.
