Piscina El mirador

No hace falta ir a la otra punta del planeta para sentirte en el paraíso. Con viajar hasta Tenerife es suficiente porque en el suroeste de esta isla, en Guía de Isora para ser más exactos, se encuentra el Hotel Ritz-Carlton Abama, donde tuve la suerte de estar hace unas semanas. La verdad es que esta era la tercera vez que lo visitaba pero hasta ahora no había podido disfrutar de sus instalaciones. Las anteriores, con motivo de distintos viajes de prensa, prácticamente sólo dormía allí, pero esta última me he desquitado. Una vez que crucé sus puertas, solo salí para ir al aeropuerto de vuelta a casa y porque tenía el billete cerrado que si no me quedo allí a pasar el verano. Y eso que no me alojé ni en las Villas ni en las super Suites, si llego a estar en alguna de ellas os aseguro que tiene que desalojarme la policía. La verdad es que no me imagino cómo tiene que ser eso de alojarse en una suite de casi ¡1000 metros cuadrados!, que es lo que ocupa la Suite Imperial (con jardín y piscina privada incluida) pero seguro que como experiencia debe ser la bomba. Si algún día me toca la primitiva buscadme en esa suite.

Vista nocturna de la piscina de la Suite Imperial

Pero no es necesario ser millonario para disfrutar del Hotel The Ritz-Carlton, Abama ya que tienen diferentes ofertas a lo largo del año en la que puedes alojarte a partir de 200€ por noche.  Yo estuve en una junior suite y os aseguro que era maravillosa. Con una espectacular terraza con vistas al océano, un amplísimo vestidor, un enorme cuarto de baño y una cama gigante con almohada de plumas.

Junior Suite

El hotel tiene 476 habitaciones pero aunque esté lleno, no tienes la sensación de estar rodeado de gente a todas horas. La cantidad de espacios, restaurantes, piscinas y actividades con las que cuenta el resort te permite, si es lo que buscas, una intimidad que ni sospecharías. Si vas con niños tienes actividades y espacios reservados para ellos y si eres de los que no quieres ni escucharlos cuentas con piscinas exclusivas para adultos. Está todo pensado y muy bien organizado. Y eso, para mí es el auténtico lujo porque entiendo que si planificas unas vacaciones tranquilas no quieras estar en la piscina escuchando los gritos y chapoteos de los pequeños y, por el contrario, si viajas con niños no es agradable ver malas caras en las tumbonas de alrededor. Así que tranquilos todos porque el resort es enorme.

El hotel está ubicado en un complejo de 160 hectáreas y rodeado de una espectacular vegetación, con más de 300 variedades de plantas, árboles y palmeras. Cuenta con siete piscinas y una playa muy tranquila a la que se accede en funicular desde el hotel.

Además, los amantes del golf pueden jugar en un magnífico campo par 72 diseñado por el antiguo jugador de la Ryder Cup, Dave Thomas. Lo mejor, que desde casi cada uno de sus 18 hoyos se ve el mar. Pero si lo que te gusta es el pádel o el tenis, también cuenta con once pistas, siete de tenis y cuatro de pádel. Por supuesto el hotel dispone de una amplia carta de actividades: acuáticas, turísticas, terrestres,… para todos los gustos.

Pero si uno, o una, es más bien tranquilo y únicamente quiere relajarse, también es el sitio ideal.  En su spa, con impresionantes vistas al mar, el tiempo se detiene y si al salir de la zona de aguas entras en una de sus cabinas o cabañas de masaje, el relax ya es absoluto.

Tienen una amplísima variedad de masajes y tratamientos, entre los que destacan los que realizan con ingredientes autóctonos de esta isla volcánica (papaya, aloe vera, arena volcánica, plátano… ) que se combinan con las piedras volcánicas y técnicas de masaje específicas para lograr el bienestar más absoluto, además de una piel maravillosa. Yo me hice el de aloe vera y os aseguro que, además de relajarme profundamente, me dormí incluso, salí con la piel divina.

Pero sin duda, de lo que más disfrute en este viaje, fue de su gastronomía. Claro que a mí me gusta mucho comer, y a ser posible bien (y a quién no, ¿verdad?) Bueno, pues si eres de los míos tampoco necesitas salir del The Ritz-Carlton Abama para disfrutar como un exigente gourmet, ya que en su recinto se encuentran algunos de los mejores restaurantes de la Isla.

Uno de los platos del restaurante MB

Y no lo digo yo, que también, lo dice la Guía Michelin. Nada menos que cinco bares temáticos y diez restaurantes, dos de ellos, Kabuki y MB (Martín Berasategui) ambos con estrellas Michelin, se encuentran dentro del hotel.

Kabuki

Lógicamente no pude probarlos todos, ya me hubiese gustado porque sería señal de que mi estancia hubiese sido más larga de lo que fue, pero espero volver para probar los que me faltan, entre ellos los dos con estrella Michelin. ¿No os parece una buena excusa para regresar y escribir un post sobre ellos?

Más info: http://www.ritzcarlton.com/es/hotels/spain/abama/hotel-overview

1 Comentarios

  • angeles
    Posted 25 June, 2018 2:21 pm 0Likes

    Una auténtica maravilla, de lo más apetecible.

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