Hace unos años, para los españoles, comer en la barra consistía, básicamente, en tomar un pincho de tortilla o un bocadillo en un bar deprisa y corriendo. Con la llegada de los restaurantes japoneses la idea cambió y degustar las piezas de sushi recién hechas en la barra del “japo” de turno era incluso más “chic” que hacerlo sentado en un mesa al estilo tradicional. Ese concepto ha ido calando y actualmente hay restaurantes en los que la “barra” se ha convertido en un espacio tan importante como el resto de la sala. Entre ellos se encuentran Gingerboy, de alta gastronomía tailandesa; La Cevicuchería, cocina peruana; Fishka, rusa con un toque mediterráneo y El Cielo de Urrechu, cocina de mercado.