La Petite Robe Noire de Guerlain cambia de vestido

Dolores Promesas

¿Cuántos vestidos negros tienes en tu armario? Seguro que varios porque casi siempre te sacan de algún apuro. Y digo casi porque como nos explicó Alicia Hernández en su post “Chapa y pintura hasta la sepultura”: “no siempre un vestido negro o blanco básico nos asegura el éxito”. Igual que una barra de labios roja no te vuelve sexy en medio minuto ni un ojo ahumado te convierte en la más misteriosa del baile. Las verdades absolutas, tanto en moda como en maquillaje, no existen. Volviendo al famoso LBD (Little Black Dress) todas sabemos que hay vestidos negros y “vestidos negros”. Me explico, hay creaciones de este estilo sin fecha de caducidad y modelitos que nunca debieron salir de un taller de confección. 

Vestidos de Dolores Promesas de la colección verano 2013

Por eso, a la hora de elegirlo, como con cualquier otra prenda -que no por ser un “básico” hay que comprar el primero que vemos-, hay que tener en cuenta cómo es nuestro cuerpo para elegir correctamente el corte que más nos favorece. No todas somos Coco Chanel ni Audrey Hepburn, las dos grandes responsables de que esta prenda pasase y perdurase en la historia de la moda. Tras ellas, no ha habido un modisto o una celebrity que no haya incorporado esta prenda en sus colecciones y armarios respectivamente. Y es que, como afirmó Christian Dior en su “Little Dictionary of Fashion”, el negro es “el más popular, más conveniente, más elegante, más afilante y más favorecedor de todos los colores. Puedes usarlo en cualquier momento, a cualquier edad y en casi cualquier ocasión. Un “pequeño vestido negro” es esencial en el armario de toda mujer…“. Eso sí, hay que tener en cuenta que el LBD por excelencia debe ser sencillo, para que pueda emplearse tanto de día, de manera más informal, como de noche, más elegante. Que baste simplemente un cambio de complementos para adaptarlo a cualquier momento del día o de la noche. Solo así nos durará años porque no pasará de moda. 

A estas alturas del post muchas os estaréis preguntando qué hago yo hablando de moda teniendo en la “plantilla” de Belleza en Vena a Alicia. Voy a confesar que mi intención era escribir un post sobre el nuevo eau de toilette “La Petite Robe Noire”, que acaba de salir al mercado un año después del lanzamiento en España del eau de Parfum del mismo nombre.  Así que voy a ello aunque más brevemente de lo que pensaba en un principio. 

Algo más fresca y ligera, aunque igual de “chic” y de audaz que su “hermana mayor”, la nueva “petite” se adapta mejor a las altas temperaturas. Ambas, el eau de toilette y el eau de parfum, comparten  el mismo nombre, y el diseño del frasco de cristal, pero prácticamente es lo único en lo que coinciden. En el eau de toilette el vidrio es de un tono rosa empolvado, la fragancia también tiene un toque empolvado, y el LBD es diferente al del eau de parfum. Ahora es un sofisticado vestido –negro, of course- escotado y ajustado en la cintura con un cinturón rosa. En cualquier caso cualquiera de las dos concentraciones aromáticas de La Petite Robe Noire son un complemento perfecto para triunfar con un LBD.

Notas de salida: Flores frescas (rosas, jazmín y azahar) en el momento del rocío
Notas de corazón: Frutas: Cereza, manzana y grosella negra.
Notas de fondo: Ámbar blanco.

Notas de salida: Cereza negra, almendra, frutos rojos y bergamota.
Notas de corazón: Rosa búlgara y absoluto de rosa turca.
Notas de fondo: Regaliz, té negro, hojas de lapsang y Guerlinade.