Mi querido Juan Luis Cano me puso sobre la pista con aquel desternillante “Yoga por la cara”. Su: “¿Y dónde me entero yo de cómo se hace yoga facial? Pues lo buscáis en Google, coño, que parecéis nuevos” fue como un latigazo en mi retina, como un reglazo en la mano de aquellos que daban los antiguos profesores de la EGB que te ponían las pilas cagando leches, y mu puse a googlear como una fustigada. Pero los 32.700.000 resultados que Juan Luis decía que arrojaba Google no me satisficieron. Me dejaron agridulce, como un rollito de primavera mal aliñado… Mucho tutorial, mucho libro… pero no encontraba ningún centro donde poder realizarlo en Madrid. Y como yo soy muy así, de tomármelo todo muy a pecho, inicié una búsqueda intensiva hasta que di con Ara Rosón (www.araroson.com). Ara ha creado su propio método de lifting facial combinando una serie de técnicas como el lifting japonés kobido, terapia sacrocraneal y radiofrecuencia, pero esto es harina de otro costal… 


Lo que quería comentaros aquí de Ara son sus talleres de yoga facial. Los menos legos en la materia sabréis que el yoga facial se distingue de la gimnasia facial, todos los demás los hemos confundido pensando que se trata de la misma técnica. Pero no. Mientras la gimnasia facial comprende una serie de movimientos intensos y rápidos para fortalecer el músculo, con el yoga facial lo que conseguimos es, mediante estiramientos pausados y muy controlados, una reactivación de la musculatura del rostro y armonización de las facciones. Ara ha cogido de aquí y allá, de la gimnasia y del yoga, los ejercicios más eficaces para trabajar cada músculo. Que si el procero, los bucinadores, los maseteros… Menudo cisco. Pero ella se desliza entre ellos con la misma soltura que una carpa en el Manzanares. Es necesario conocerlos bien si queremos acertar con cada cara. Ara me comenta, casi llevándose las manos a la cabeza, que no entiende cómo se siguen practicando esos ejercicios que para estimular el músculo obligan a la piel a arrugarse. Si arrugamos intencionada y repetitivamente la piel con cada ejercicio terminaremos teniendo arrugas… Pues vaya plan. 


Por eso Ara hace hincapié en el estiramiento del músculo alisando la piel que lo rodea. Es decir, nos ayudamos de los dedos para hacer cada ejercicio, con ello evitaremos sustos… Por otro lado, digamos que hay ejercicios generales para tonificar todo el rostro perfectos para todo el mundo, pero luego cada cual debe personalizar la técnica para hacer hincapié en el músculo que más interese trabajar. Unas bolsas bajo los ojos pronunciadas: a tope con los orbiculares. El labio mustio sin volumen y con código de barras: a darle caña al orbicular de la boca…Y así hasta conseguir poner a tope la musculatura y burlar el temido paso del tiempo. Los resultados son visibles con una práctica regular en el tiempo, 10 minutos son suficientes cada día, o al menos 3 veces a la semana. Doy fe. Y posiblemente os estéis preguntando ¿y por qué tanto ruido con el yoga facial? Porque funciona. Porque soluciona problemas de flacidez pero también inestetismos del rostro como unos labios finos, unas mejillas con poco volumen o el doble mentón. Quienes quieran adentrarse en las virtudes del yoga facial (yo no voy a ser como mi querido Juan Luis que os mande a googlear sin piedad…), que sepan que el próximo taller de yoga facial que impartirá Ara Rosón será el próximo 5 de abril en Fisica-mente, centro de fisioterapia y Yoga (30 € por persona, más info: www.naturallift.es. araroson@naturalift.es) todavía estamos a tiempo

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