Cuando las periodistas de belleza acudimos a la presentación de un perfume, un tratamiento facial o una nueva barra de labios podemos encontrarnos con una sala fría e impersonal, en la que un experto va desgranando las virtudes del producto en cuestión, o con un espacio sorprendente y acogedor que invita casi a quedarse a vivir en él. Y aunque lo importante del evento es, lógicamente, el producto en sí, no hay duda de que el ambiente en el que se presenta en sociedad influye, y de manera muy positiva, en las emociones y sensaciones que desde el primer momento te va a provocar dicho producto. Por eso se agradece que se cuide la “ambientación” de este tipo de eventos y más ahora, en una época en la que gracias a Facebook, Instagram o Twitter podemos compartir con nuestros amigos, conocidos, followers y demás familia 2.0 las imágenes que más nos impactan. 


Y por qué os cuento esto. Porque hace unos días asistí a una de las presentaciones mejor ambientadas de los últimos meses: la del perfume Nina Ricci L’Eau. El encargado de llevar a cabo la transformación de un piso madrileño en un paraíso parisino fue Jesús Cano, director creativo de Estudio Cano, una de las mejores empresas, si no la mejor, de nuestro país en arquitectura de interiores y efímeras. 


Aunque, cuando empecé a escribir este post, la idea era contar y mostrar las imágenes de su trabajo en la presentación de la última fragancia de Nina Ricci, al final he pensado que lo mejor es que sea el propio Jesús Cano quien lo cuente.  Lo hará mañana como “Firma Invitada” de este blog. Un lujazo para los amantes del buen gusto. ¡Gracias Jesús!

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