Dicen que en Occidente, el más poderoso aliado de la belleza siempre ha sido la luz; sin embargo, en la estética tradicional japonesa lo esencial es captar el enigma de las sombras, solo así se puede entender el color de la laca china, de la tinta o la riqueza de los trajes del teatro no. Quizás por eso el exotismo oriental viene en claroscuro, estampas a media luz que desvelan la riqueza de todos sus matices ancestrales. Las culturas tradicionales china y japonesa son fuentes inagotables de inspiración, en Chanel y Louis Vuitton podemos ver versiones de verano envueltas en una pátina de glamour chinesco, con sus rojos ardientes y sus negros rotundos, como la laca y la tinta, siempre en versión nocturna.

Hemos visto su influjo en las tendencias y una vez más lo oriental se impone, primero en las pasarelas y luego en los armarios, porque ya se encargan los demás de que perchemos el último grito casi como un ademán inconsciente.


Roberto Verino, en versión española, se sube al carro dirección al lejano Oriente y su próxima colección de otoño-invierno está plagada de símbolos chinescos, de reminiscencias del kimono tradicional nipón, y esboza mujeres como Maikos futuristas que recorren las sendas de la moda en un invierno que se antoja misterioso, en claroscuro, bello, por tanto…

En este viaje rescata piezas que combinan la belleza de los acabados y bordados más exquisitos de la milenaria cultura china con la vanguardia del Japón actual, ese herido país respetuoso y lleno de heritage que me rompe el corazón con cada una de sus lágrimas, más potentes si cabe que el tsunami que les ha devastado. Verino idea prendas tan bellas como prácticas, tan trendy como classy. Entre esas prendas nos encontramos reminiscencias del Qipao chino, del kimono japonés con detalles de piel de zorro y Obi de cuero, del abrigo mongol con ricos bordados o del tradicional calzado okobo de Japón, decorado para la ocasión con cristales de Swarovski Elements.

Y para dotarles de vida ha combinado técnicas, líneas y tejidos de la sastrería más tradicional propia de los años 40, con la tradición y artes tradicionales de ambas culturas. Sedas, brocados, lentejuelas, estampados en oro, tonos carmesí, símbolos orientales… Una colección rotunda y llena de exotismo para las que quieran descubrir la belleza de las sombras.

Roberto Verino completa su colección de otoño-invierno con una nueva línea, “Black Label”, una pequeña colección de 25 piezas de costura realizadas artesanalmente en series limitadas de 25 piezas por modelo, elegidas entre las mejores del desfile; un “prêt-à-couture” que nos brinda la posibilidad de soñar con los tesoros de la pasarela de forma personalizada y exclusiva.

Toca poner las miras a Oriente, las señales son claras, y si Lady Gaga nos observa ufana desde la portada de Madame Figaro luciendo unas gafas (de Mercura NY) a modo de pagoda, es que la tendencia está calando, en la moda, y en nuestros corazones. Larga vida al país del sol naciente.

4 Comentarios

  • Oscuridad Mágica
    Posted 2 June, 2011 12:45 am 0Likes

    woooow la falda me encanta, y las sandalias, aunque imposible… son la leche!

  • Nat'sMakeUp
    Posted 2 June, 2011 12:48 am 0Likes

    Hoooola! te invito a que te unas a mi bloggg, un besitooo 🙂

    http://n-makeup.blogspot.com/

  • Anonymous
    Posted 2 June, 2011 7:31 am 0Likes

    Me gusta mucho todo lo que tenga que ver con el mundo oriental y respecto a la moda creo que nos favorece y resalta nuestra feminidad

  • Elena
    Posted 6 June, 2011 4:56 pm 0Likes

    Me he enterado de que mañana abren en Barcelona la primera tienda Sabon en España. No sé si conocéis la marca, pero es genial. Yo la conocí en un viaje a Nueva York y desde entonces no uso otra marca. Es una empresa de cosméticos y jabones naturales con ingredientes del Mar Muerto. Las tiendas tienen una atmósfera vintage increíble y el packaging está cuidado hasta el mínimo detalle. Si tenéis oportunidad, ¡probadla!

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