KENZOKI y su apetecible cuidado de pies y manos

A falta de una semana para meternos de lleno en el mes de diciembre en el que seguramente muchas, y muchos, acabaremos agotados con tanta celebración, compra de regalitos y eventos varios, quería hablaros del kit para pies y manos que Kenzo ha elaborado para esta Navidad. A mí me parece un regalo estupendo para… nosotras mismas. Para disfrutarlo sobre todo a última hora del día, mientras ves la tele, escuchas música o te metes en la cama y, sobre todo, después de un ajetreado día de caminatas o de compras.

El kit cuesta 50 euros y en él os vais a encontrar dos productos que seguro que muchas conocéis: “Fantasía para pies desnudos” y  el “Bálsamo para unas manos sensuales“. El primero, con ese nombre tan sugerente, es un bálsamo de masaje para pies del que ya os hablé en septiembre del año pasado. Entre sus ingredientes se encuentran la manteca de cupuaçu, perteneciente a la familia del cacao que aporta a la piel los ácidos grasos esenciales para hidratarla intensamente; manteca de karité, conocida por sus propiedades reparadoras y protectoras pero también por su efecto calmante y relajante y agua vegetal de arroz, naturalmente rica en oligoelementos, aceites esenciales y sales minerales. Estos tres ingredientes logran nutrir, relajar y reparar los pies desde el tobillo hasta la punta de los dedos. Su perfume es muy “kenzo” y perfectamente distinguible gracias al suave aroma a vapor de arroz. En Kenzo proponen emplear este producto para realizar un juego de pies para practicar solo o en pareja y dependiendo de lo que se quiera lograr, relajación o tonificación, nos dan unas pautas para realizar el masaje en cuestión. En el kit, junto con la crema vienen unos calcetines con dedo para que el bálsamo se convierta, tras el masaje, en una mascarilla. Lo mejor es hacer el masaje antes de ir a dormir, ponerse los calcetines y acostarse para que a la mañana siguiente los pies se muestran estupendos.

La segunda parte del kit la componen el “Bálsamo para Manos Sensuales”  con una textura untuosa e ingredientes como el altramuz blanco para hidratar y suavizar, aceite de marula para nutrir y proteger, y extracto de resina de okumé para la belleza de las uñas y un suavísimo manguito de piel blanca para que después de masajearnos las manos a conciencia las metamos dentro de este manguito y nos haga un efecto de mascarilla. No me digáis que no apetece acurrucarse en sofá, bajo una mantita, con los pies enfundados en los kenzocalcetines y con las manos dentro de este “guante ruso” de piel, aspirar el suave aroma de los productos y quedarse frita delante de la tele. A mi al menos me parece un planazo. Pues si queréis daros el gustazo no os perdáis la entrada que colgaré a lo largo de la mañana. Sí. Otra vez hay sorpresita.