Hace un par de semanas escribí un post titulado Niños al Spa en el Balneario Sicilia. La idea me pareció tan interesante que decidí ir con mis hijas a probar el programa de termalismo infantil porque ya sabéis que me gusta comprobar si es cierto todo lo que cuentan los dossieres de prensa. En este caso puedo decir que sí.  Pero como yo ya os conté en qué consistía este programa de termalismo infantil el post de hoy lo ha escrito mi hija Sara. Tiene 9 años, y ha querido contaros su experiencia en el balneario. 

El pasado fin de semana fui con mis padres y mi hermana pequeña al Balneario Sicilia, allí hicimos muchas cosas : jardín termal, masajes, bañarnos en una piscina-cueva que comunicaba con el exterior, ludoteca… Voy a empezar por el jardín termal. Allí hicimos muchas cosas y mientras las hacíamos y pasábamos por distintas salas nuestros monitores, Diana y Pablo, nos contaron una historia. Os la voy a contar yo:

En los tiempos de los romanos, unos soldados que iban por el pueblo de Jaraba encontraron un río. Como estaban muy cansados decidieron beber agua, descansar un rato y meterse un poco al río, así pues se metieron y todos salieron congelados, claro. Luego siguieron caminando y encontraron otro río, pero éste era de agua caliente y se metieron, se secaron y siguieron  caminando. Al cabo de un rato encontraron a un señor en un huerto plantando verduras. No era un huerto grande que digamos porque una enorme roca tapaba casi lo que sería medio huerto. Así que los hijos de aquel señor destrozaron la roca y se quedó convertida en pequeñas piedrecitas. Al cabo de un tiempo a esas piedrecitas las tapó el agua y se convirtió en un río con piedras. Los soldados pasaron por ese río que estaba lleno de piedras de colores pero encontraron unas piedras blancas y… mágicas que usaron el resto del camino, lo malo es que el agua estaba congelada, salieron del agua y siguieron caminando. Encontraron otro río con piedras blancas, solo blancas pero no mágicas. Esta historia nos la contaron en la primera sala, se llamaba pediluvio o algo así, donde había dos piscinas estrechas y cortas llenas de agua, una de agua fría y otra de agua caliente, por las que pasamos andando, primero por una y luego por la otra.

Al lado había otra especie de piscina estrecha con muy poca agua, llegaba hasta los tobillos, dividida en dos partes, una con piedras de colores y otra con piedras blancas. En la de las piedras de colores tuvimos que buscar la piedra blanca mágica y… nos la regalaron. Pasamos a la siguiente sala y allí Diana y Pablo siguieron contando la historia de los soldados que siguieron caminando y encontraron una piscina, pero no era una piscina cualquiera era una piscina en la que debajo del agua se escuchaba música, así que cogieron la piedra mágica y ¿a que no sabéis qué poder teníaPues tenía el poder de guardar sensaciones. Así que cogieron la piedra y guardaron en ella las notas musicales. Esa piscina molaba mucho, cogimos unos churros y nos quedamos flotando un rato en el agua calentita mientras escuchábamos la música. Cuando nos dijeron que teníamos que irnos la verdad es que no nos apetecía nada porque se estaba muy bien. Después los soldados, como nosotros, siguieron caminando y encontraron otra piscina. Era normal, bueno, tenía chorros que te hacían masaje por la espalda y por los pies, pero en el techo había unos espejos y esos espejos no eran normales y ¿por qué? Pues porque te hacían más grande o más pequeño, más gordo o más flaco o sin manos o dobles manos o lo mismo pero con piernas. También había luces que cambiaban de color, eran verdes, azules, rojas, rosas, blancas, amarillas y naranjas.

También había una luz grande verde y con la piedra de sensaciones guardaron todas las sensaciones: las de los espejos y las de las luces. En esa sala nos reímos mucho sobre todo por las formas tan raras con las que salíamos en los espejos del techo. La siguiente sala era la de la sauna o como a los soldados les gusta llamar: el corazón de la montaña. Primero se sentaron en un banco que había al lado de la sauna, cogieron unas linternas y se metieron, allí olía a… a una planta, a tomillo. Hacía mucho mucho calor se sentaron y se acordaron de la piedra de sensaciones, entonces la pasaron por el tomillo y vieron una luz del color del sol, se quedaron contemplándola un rato hasta que estaban ya casi derretidos del calor que hacía. Al salir vieron un cubo con una cuerda, tiraron de la cuerda y ese cubo estaba lleno ¿de qué? ¡de agua congelada! Esa sala estaba muy oscura y los monitores nos dieron unas linternas, como las de los soldados, estuvimos un rato oliendo el tomillo, que ninguno adivinamos que planta era y nos lo tuvieron que decir, y cuando salimos Pablo nos preguntó si queríamos refrescarnos con una duchita o con el cubo. Dijimos que con el cubo porque no sabíamos que el agua estaba congelada. Daba un poco de impresión pero nos reímos mucho y sobre todo nos refrescamos después de haber pasado tanto calor en la sauna. Después los soldados siguieron caminando y fueron a la cima de la montaña o la cámara de sal.

Estaba toda llena de piedras que estaban hechas de sal. Bueno estaba todo lleno de piedras excepto un huequecito en el que había unas hamacas, se sentaron y se tomaron un zumo, luego descansaron un rato y pasaron la piedra mágica por las piedras de sal para llevarse también esa sensación. Nosotros, claro, también fuimos a la cámara de sal y nos tumbamos en las hamacas y nos tomamos el zumo mientras repasamos todo el viaje termal. Y se me olvidaba, todo el agua de ahí va a parar a ese río, al río Mesa

Además del jardín termal estuve con mi hermana bañándome en la cueva termal. Bueno pues esa cueva es una cueva que también es una piscina gigante, pero esa piscina comunica con el exterior a través de una especie de cortina. Ah, también hay un montón de chorros y un jacuzzi que está por encima de la piscina y el agua que sobra del jacuzzi cae por una especie de cascada y si te pones debajo te cae encima todo el agua caliente. Aunque a la piscina puedes ir por la mañana y por la tarde, los chorros y el jacuzzi solo funcionan por la tarde. Se me olvidaba también hay máquinas para hacer ejercicio en el agua.

Además de la piscina y el jardín termal probamos los masajes. Yo me di uno, bueno me lo dio Carlos el mismo masajista que a mi hermana, y me relajé más que nunca. Esos masajes con aceite son geniales, primero por las piernas y los pies, luego la espalda y los brazos y las manos. Yo no me sé la técnica pero os aseguro que os vais a relajar. Para terminar os diré que ese fin de semana me lo pasé genial

Fotos 3 y 5 cedidas por el Balneario Sicilia. El resto son de María Eugenia León.

14 Comentarios

  • LAURA
    Posted 30 June, 2010 12:37 am 0Likes

    Hola, desde luego tal y como lo explica Sara es el lugar perfecto para pasar un fin de semana con niños y disfrutar con ellos haciendo lo que habitualmente no pueden hacer en ningún hotel o spa que siempre son para adultos. En cuanto pueda me escapo con mis hijos un fin de semana. Besos

  • Gadirroja
    Posted 30 June, 2010 6:46 am 0Likes

    ¡¡Qué ganas me han dado de ir y llevar a mis niñas!! Y qué buena idea que lo contase la propia Sara!

  • _MORGAN_
    Posted 30 June, 2010 8:23 am 0Likes

    Pues si que tiene arte Sara para contarnos las cosas!! Seguro que se lo pasó de lujo, entre tanta agua y con esos monitores que seguro les mantuvieron la mar de entretenidos. Desde luego, una idea genial!
    Besos

  • claudia
    Posted 30 June, 2010 8:43 am 0Likes

    Mª Eugenia, creo que ya tienes heredera de tu vena potinguera. Se nota que a Sara le gustan estas cosas, lo que es la genética….
    A ver si en vacaciones me animo a ir con mis dos enanas.
    Chao.

  • Andrea Cuesta
    Posted 30 June, 2010 2:10 pm 0Likes

    Menuda beauty victim te va a salir con tu hija…jejee..que maja!

  • urraca
    Posted 30 June, 2010 8:52 pm 0Likes

    Sara, leyendo tu experiencia en el balneario dan ganas de ir inmediatamente y si fuera responsable del centro te contrataría ya.

  • Enma de Scarada
    Posted 30 June, 2010 8:59 pm 0Likes

    Pequeña, de casta le viene al galgo….y plumilla tienes, mi alma….y veo que te gusta lo termal más que a mi misma….Sara, esfribe. eeres divertida.

  • Carina.
    Posted 30 June, 2010 9:34 pm 0Likes

    Esto merece un 10. ¡Que bien expresado!. Madre mía, como dice el refrán "de casta le viene al galgo",¡tiene madera de periodista! Ole, mi chica.
    Sara, que sitio más bonito, tal y como lo has narrado se respira paz y tranquilidad ¡que relax¡
    ¡me encanta¡. Un besito.

  • Anonymous
    Posted 30 June, 2010 9:49 pm 0Likes

    ¡Parece estupendo y muy relajante!

    Mencionas que tienen ludoteca, pero no dices nada de ella, aunque claro entre tanto masaje y tratamiento…

    Habra que mirar un finde para ir con mi hermana y sus hijas!

  • charo
    Posted 30 June, 2010 10:17 pm 0Likes

    Olé mi niña, que tiemble la profesión periodística, se avecina un huracán.
    Me alegro mucho que lo pasaras tan bien y espero probarlo, a ser posible contigo.

    Muchos besos

  • Tere
    Posted 1 July, 2010 9:57 pm 0Likes

    Enhorabuena a la escritora que logra meternos en el ambiente: mágico, relajante, aromático, refrescante… del balneario de Sicilia. ¡Qué maravilla!

  • agoraleti
    Posted 2 July, 2010 3:49 pm 0Likes

    Madre mía pero que antojooooo!

  • Sara Maraña
    Posted 2 July, 2010 6:42 pm 0Likes

    Muchas gracias a todas por vuestros comentarios. me alegro de que os haya gustado. Me ha hecho mucha ilusión escribir en el blog. Cuando vuelva a hacer algo de niños os lo contaré.

  • María M.
    Posted 11 September, 2010 5:44 pm 0Likes

    Muchísimas gracias Sara por habernos regalado un viaje termal tan descriptivo. Es siempre de agradecer que sea contado por un niño.

    Eres una artista y enhorabuena por tu publicación!!!

    A lo mejor hay suerte de ir en Octubre, jejejeje.

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