Hace ya un tiempo una amiga me habló del tratamiento Tierras Preciosas que realizan en los salones de peluquería Dessange. La verdad es que me lo “vendió” estupendamente. Me contó que la mayoría de las mujeres prestamos mucha atención a nuestro pelo pero que no hacemos lo propio con el cuero cabelludo y eso es un error porque, claro, de la buena salud de éste depende que el cabello esté, y no sólo lo parezca, en mejores o peores condiciones. La verdad es que me puse a pensar cuándo fue la última vez que le hice caso al cuero cabelludo y para qué os voy a decir el tiempo que hacía. Así que decidí no dejar pasar ni un minuto más e ir directa a Dessange a probar en mi cabecita las Tierras Preciosas en cuestión, porque ya sabéis quienes leéis este blog que me gusta probar las cosas para contarlas tal y como son. Al llegar al salón lo primero que te hacen es un diagnóstico del cuero cabelludo y afortunadamente el mío no tenía ningún problema. Estaba estupendamente, lástima que para algo que tengo fenomenal tenga que ser el cuero cabelludo pero en fin, mejor eso que nada. Cuando me dijeron que lo tenía muy bien pensé que me iba a quedar sin probarlo. Pues no, porque dentro de las diferentes Tierras Preciosas que tienen, cada una para un problema determinado, existe una, la de Perla, que remineraliza y refuerza el cuero cabelludo debilitado y lucha contra la caída del cabello. Lo que se hace con este tipo de tratamiento es un peeling del cuero cabelludo, algo que según me dicen deberíamos hacernos todos con frecuencia, una vez a la semana o al menos cada quince días, como con el rostro o con el cuerpo. Será cuestión de acostumbrarse. Tras el diagnóstico en cuestión llega el momento de la ponerse manos a la obra. Es muy sencillo. En el mismo tocador te aplican con un pincel una especie de crema, que resulta ser un champú para cuero cabelludo, por las raíces del cabello como si te estuviesen aplicando un tinte. Después se emulsiona en el lavacabezas con un masaje relajante fantástico que dura unos diez minutos y c’est fini. En total el tratamiento viene a durar unos quince minutos y te deja el cabello muy brillante y muy suave además de por supuesto sanear el cuero cabelludo, que es lo más importante de este tratamiento. El precio son 50 € e incluye el peinado. Existen cinco tratamientos lavantes profundos de la línea PHYTODESS, a base de piedras y metales preciosos que tienen la capacidad de reequilibrar, suavizar o remineralizar el cuero cabelludo. Cada uno de ellos, que puede comprarse en el salón para uso en casa, es de un color y tiene unas propiedades y aplicaciones diferentes:
Malaquita: Purifica y regula el cuero cabelludo graso.
Cobre: Suaviza, revitaliza y protege el cuero cabelludo irritado.
Oro: Hidrata y reequilibra el cuero cabelludo sometido a agresiones externas.
Perla: Remineraliza y refuerza el cuero cabelludo debilitado y lucha contra la caída del cabello.
Plata: Nutre y regenera el cuero cabelludo seco, eliminado la descamación.
Las Tierras Preciosas de DESSANGE PARIS, nacidas de la fitocosmética, se inspiran en la medicina ancestral china, en el principio fundamental del Yin y el Yang y en la ley de los 5 elementos, que establece lazos muy claros entre el estado de la piel o del cuero cabelludo y los elementos fundamentales de la naturaleza (madera, fuego, tierra, mineral y agua). Cada elemento se corresponde con una acción energética y con un color especifico que le otorga la presencia de numerosos minerales como el hierro, el potasio o el magnesio. La utilización en medicina de la energía de los metales y de las piedras para aliviar y reequilibrar los organismos vuelve con fuerza porque los minerales liberan una energía ligada a su composición química, a su color y a su forma. De esta manera, algunas piedras calman, otras estimulan, refuerzan o hasta crean una protección.

2 Comentarios

  • Anonymous
    Posted 4 March, 2010 5:42 pm 0Likes

    Está genial…te leere todos los días y asi me pondre más guapa. Un beso guapa. Alicia

  • María Eugenia León
    Posted 4 March, 2010 6:24 pm 0Likes

    Alicia, muchas gracias… por todo. Besos

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