He probado Pulsonic, el tratamiento facial de moda entre las famosas

Desde que Alicia Hernández (@alipromesas en el universo de Instagram) descubrió el tratamiento facial Pulsonic se convirtió en una de esas amigas intensas que parece que han descubierto la pólvora. Sus frases: “ ¿Que todavía no te lo has hecho?, No sabes cómo deja la piel, Te deja un brillo un estupendo”,… se repetían cada vez que hablábamos o nos veíamos. De hecho me mandaba hasta fotos para dejarme claro que era la bomba. Pero no sólo fotos suyas, que también, a mi móvil me llegaban sus notificaciones con fotos de Almudena Cid, Toni Acosta, Mónica Estarreado, Laura Sánchez,… Así que como no estaba por la labor de bloquearla en whatsapp y, reconozco, ya tenía cierta curiosidad por el dichoso Pulsonic decidí ir a probarlo. Lo realizan exclusivamente en Centros Único, yo fui al espacio que tienen en la Calle Hortaleza de Madrid. Pero tienen 170 centros repartidos por toda España, así que es difícil que no tengas uno cerca (puedes buscar el más cercano en su página web: Centros Único.

¿Y para qué sirve este tratamiento? Para estimular, revitalizar y regenerar la piel. Es perfecto para cuando tienes un evento especial (y en breve empieza la época de bodas y comuniones) porque te deja el rostro luminoso y estupendo y las arrugas menos visibles. Es muy agradable, no duele ni molesta. Se trata de una radiofrecuencia pulsada con la que se regenera la piel de forma visible, se elimina y disminuye la profundidad de las arrugas de ojos y rictus (dependiendo de la profundidad de éstas, claro), se atenúan las líneas de expresión, se reafirma el óvalo facial,…  En definitiva, es un tratamiento rejuvenecedor con resultados visibles desde la primera sesión, aunque si quieres un resultado duradero en el tiempo lo más recomendable es realizar entre seis y ocho sesiones (una a la semana).   

El ritual completo dura una hora larga y comienza con una limpieza de la piel, peeling incluido, antes de comenzar a deslizar los manípulos (uno plano para cuello, escote y rostro en general y otro, en forma de lápiz, para insistir en las arrugas y a zonas a las que el plano no llega bien). Lo que hace esta radiofrecuencia es  actuar directamente sobre las arrugas. Al elevarse la temperatura en el surco de la arruga (entre 38 y 40º)  se produce un efecto de “relleno” instantáneo que con el tiempo, al favorecer la producción de colágeno y elastina, consigue que la piel se regenere y disminuya la profundidad de las arrugas sobre todo en el contorno de los ojos y el rictus. Por último, después de la utilización del Pulsonic se realiza un masaje de rostro manual que te deja como nueva y relajadísima, tanto que se me olvidó hacerme fotos con el resultado.