Tres millones de espectadores vieron la última final de Ronald Garros en la que Rafa Nadal volvió a ganar, y van 14 veces, el torneo francés. Todos esos espectadores vieron como la lesión en el pie del mallorquín no le impidió alzarse con la Copa de los Mosqueteros. El propio Nadal reconoció haber jugado con su pie izquierdo anestesiado debido a la lesión que le acompaña desde 2004. Pero como el mismo comentó “no puedo seguir compitiendo con el pie dormido, hay que encontrar una solución”.

Tras estas declaraciones comenzó a hablarse de la denervación por radiofrecuencia aunque es una técnica que lleva tiempo en uso. Tiene un amplio margen de actuación en patología de espalda aunque en los últimos años podólogos como el Dr. Pedro Nogales en Clínica Premium – Podoactiva Marbella, la han utilizado para tratar patologías de pie de origen nervioso como el Neuroma de Morton, túnel tarsiano y sesamoiditis. Es una técnica que nos ofrece grandes ventajas al realizarse en una sola actuación y por su rápida recuperación ya que no necesita de grandes periodos de reposo, con una incorporación prácticamente inmediata a la actividad diaria”, explica el doctor Nogales.

La denervación o neuromodulación por radiofrecuencia es una técnica poco invasiva que consiste en producir una lesión controlada en el nervio que reduce la señal de dolor que llega al cerebro. Se puede realizar bajo una sedación ligera y anestesia local de la zona a tratar. El procedimiento consiste en inyectar una aguja especial con una punta térmica bajo control de imagen por ecografía que permite conocer en todo momento la posición de esta. Una vez que la aguja ha llegado a la zona a tratar se produce el paso de corriente eléctrica a través de la punta provocando una quemadura controlada de pequeño tamaño. Esto produce un alivio del dolor a medio-largo plazo. Este procedimiento suele realizarse en quirófano y la duración es aproximadamente de una hora.

El Muller-Weiss u osteocondritis del escafoides es una enfermedad de origen desconocido, aunque la teoría más fundada es que el origen es una pérdida o fallo en el aporte sanguíneo del escafoides (hueso situado en la cara interna del pie) que produce la deformidad de este e incluso su “muerte”.

El tratamiento que Rafael Nadal ha reconocido usar estos años comenzó con unas plantillas personalizadas que le permitían jugar al descomprimir las cargas mecánicas que actuaban sobre el hueso, aunque debido al avance de la enfermedad y a la continua actividad de impacto, el tratamiento conservador con plantillas dejó de ser tan efectivo para el tenista mallorquín. El tratamiento posterior que le ha permitido ganar su decimocuarto Roland Garros ha ido encaminado a paliar el dolor mediante una anestesia de los nervios sensitivos del pie. Es decir, el tenista, como el mismo reconoció, ha jugado con el pie totalmente anestesiado.

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