Y de forma muy sencilla, hubiese añadido en el titular pero ya era demasiado largo. Si ya me parecía noticia el hecho de que los esmaltes de Green Flash fuesen los primeros, y según me cuentan, los únicos del mundo formulados con ingredientes naturales, después de probarlos en casa creo que las “torpes” como yo estamos de enhorabuena porque su sistema de tres pasos no puede ser más sencillo y, una vez terminados, puedes hacer lo que quieras con las manos sin temor a destrozarte la manicura.

Pero os cuento. Green Flash es una de las líneas de Manucurist, la marca de productos para uñas ecológica que está revolucionando este sector de la cosmética.  Manucurist se creó en 1996 y en 2015, comenzó un nuevo capítulo de su historia cuando Gaëlle Lebrat-Personnaz se hizo cargo del negocio familiar y decidió revolucionar la marca volviéndola completamente ecológica.

En la formulación de sus productos, además de una estricta lista negra de 9 ingredientes prohibidos (DBP, alcanfor, xileno, formaldehído, tosilamida de etilo, trifenilfosfato, benzofenonas, monómeros sensibilizantes e hidroquinonas), se han buscado alternativas totalmente ecológicas y veganas. Así, sus esmaltes contienen extractos de patata, trigo, mandioca y algodón,… están compuestos por hasta un 84 % de ingredientes de origen natural y os aseguro que el acabado es perfecto.

En la marca cuentan con distintas líneas y numerosos productos para el cuidado de las uñas pero la línea de la que os quiero hablar (es la única que he probado) es Green Flash, la solución verde para los esmaltes en gel. Considerada como una obra maestra de ingeniería ecológica, Green Flash es, como os decía el primer gel semipermanente del mundo compuesto de ingredientes naturales. No deja un acabado grueso en las uñas, dura hasta diez días impecable (yo de momento solo llevo 5 y está perfecto), el acabado es brillante, está  disponible en 30 colores y lo mejor, para retirarlo no es necesario utilizar acetona pura ni productos químicos agresivos.

Entre los ingredientes biológicos de Green Flash se encuentran la caña de azúcar, la mandioca, el maíz, el trigo o el algodón, procedente de biomasa vegetal y producido mediante fuentes de energía renovables. Su quitaesmalte de gel es 97 % de base biológica y completamente libre de acetona, mucho más suave para las uñas. Además, ha sido formulado sin disruptores endocrinos, moléculas de alérgenos, monómeros o hidroquinona. Los monómeros acrílicos o metacrílicos presentan un riesgo de sensibilización por contacto y pueden provocar reacciones alérgicas o problemas respiratorios. En su lugar, utilizan oligómeros con una masa molecular mayor, para que no penetren en la uña o la piel. En cuanto a las hidroquinonas, las han sustituido por vitamina E (tocoferol) derivada del aceite de girasol.

 

El sistema Green Flash para lograr una manicura semipermantente en casa cuenta con 5 productos básicos: base (20€), esmalte de uñas de gel (19€), top coat (20€), quitaesmalte (16€) y lámpara led (25€). Hay que aplicar capas finas de cada uno de los productos: una de base, dos de esmalte y una final de top coat. Tras cada una de las capas se colocan las uñas dos minutos en la lámpara (yo primero introducía el pulgar solo y después los demás dedos). En total, poco más de media hora en total (la última capa la deje tres minutos bajo la lámpara) para unas uñas impecables.

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