Sin limpieza no hay belleza”, un mantra que me persigue desde hace 30 años, cuando la vida me arrastró a ser periodista de belleza. Yo quería ser militar en misiones especiales, como mi tío el de Córdoba, o abogada como mi abuelo materno o una reconocida cirujana del tipo Meredith Grey. En definitiva, quería salvar vidas. Pero en su lugar, acabé salvando pieles. No está mal, también contribuyo con mi granito de arena a que el mundo (o al menos nuestro pequeño mundo) sea un lugar mejor donde encontrarse bien con una misma. ¿O no?

La frase inicial de este post es totalmente cierta y verdadera. Nos preocupamos de las arrugas y nos pinchamos bótox, de la caída gravitatoria de ojos o labios, y pedimos consejo sobre qué tipo de ácido hialurónico es el más adecuado, o pensamos en unos hilos para subir bien el pómulo y, sin embargo, gestos tan básicos como limpiar nuestro rostro son, a veces, los más importantes, y a los que menos atención prestamos. Entiendo que muchas podéis pensar que es una rutina tediosa y complicada, pero ¡ni mucho menos! La limpieza facial es uno de los rituales más antiguos que existen en el mundo de la belleza, un básico de armario, similar a lo que en moda podría ser el little black dress o unos buenos jeans

Lo que antes llamábamos “limpieza de cutis”, ahora se llama “higiene facial”, donde antes te aplicaban vapor para abrir los poros y proceder a la “extracción” (que ya solo el nombre da miedito) ahora te realizan peelings enzimáticos que hacen la misma función, y sin sufrimiento alguno. Las limpiezas faciales se han sofisticado, y son muchos los tratamientos que han ido surgiendo para minimizar los riesgos de la versión tradicional, como el enrojecimiento, la irritación de la piel y las odiosas marcas, que a veces duraban semanas. Además, los avances en aparatología que hoy ofrece este creciente sector hacen de estos protocolos los más demandados del momento. 

Elizabeth Álvarez, Directora del Centro de Belleza y Medicina Estética INOUT

Pues bien, como soy de las de predicar con el ejemplo, y además muero –y mato- por probarlo todo, hace unos días me puse en manos de Elizabeth Álvarez, Directora del Centro de Belleza y Medicina Estética INOUT de Barcelona y experta facialista, para vivir en primera persona su revolucionaria y exclusiva higiene FACIAL DOME, una combinación de técnicas manuales, sueros de extractos botánicos con un 97% de principio activo y lo último en aparatología, recién llegada de Los Ángeles. Un tratamiento único que en hora y media limpia en profundidad, activa los músculos faciales para evitar la pérdida de firmeza, repara y oxigena los tejidos y nutre la piel. Jennifer Aniston, Cameron Díaz, Cindy Crawford, Victoria Beckham o Madonna ya han confesado que es su higiene facial favorita. ¡Y yo lo suscribo totalmente! 

A continuación te lo cuento todo paso a paso, con documento gráfico incluido:

  • Doble Higiene para limpiar la piel en profundidad, retirar las células muertas, extraer impurezas y estimular la circulación sanguínea de la piel. Se realizada manualmente en un primer paso con infusión de lavanda y se sigue con una segunda limpieza, en este caso antibacteriana y calmante, a través de masaje con tecnología circulatoria de alta vibración 360º aplicando un bálsamo de miel.

  • 2. Preparación de la piel con la aplicación de una doble mascarilla. La primera lleva un triple mecanismo de exfoliación y aporta antioxidantes. La segunda es a base de arcilla activadora, antioxidante y détox, para abrir el poro y que la piel no sufra en la extracción.
  • 3. Extracción manual profunda seguida de un limpiador de lavanda que estabiliza y neutraliza la piel.

  • 4. DOME de oxigenación consiste en la aplicación de una mascarilla calmante, refrescante e hidratante (con extractos botánicos y ácido hialurónico) a través de una innovadora cúpula envolvente que cubre la cabeza creando un efecto de aislamiento y de relax únicos. Esta primera cúpula aporta oxígeno al 90% para estimular las células, aportar elasticidad y mejorar la circulación y el aspecto de la piel. El resultado es una piel tonificada, hidratada y luminosa.

  • 5. Electro estimulación a través del masaje con unos guantes de hilo de plata para movilizar y estimular la musculatura interna. El resultado,  un efecto lifting y tensor inmediato.

  • 6. Luz Led. Las terapias lumínicas tienen siglos de historia. Hipócrates ya recetaba a sus pacientes baños de sol para mejorar patologías de la piel, y los egipcios e hindúes practicaban la cromoterapia (el poder curativo de los colores basado en las diferentes longitudes de onda que emiten). En este tratamiento se utiliza la luz led azul para hacer penetrar los activos de dos tipos de serums. Uno, súper antioxidante, a base de vitaminas (C, A, C y E),  Zinc y extractos botánicos con propiedades reparadoras y curativas; ideal para acné y rosácea y, un segundo, para dejar la piel extremadamente luminosa e hidratada. La aplicación se realiza en una segunda cúpula envolvente de luz led azul.

Y se termina, como deberían de ser todos los finales felices… ¡con un espectacular masaje manual!  ¿Te lo vas a perder?

Hoy, mi temazo musical se lo dedico a todas aquellas “it woman” que intentan disfrutar de la DOLCE VITA, pase lo que pase.

1 Comentarios

  • angeles
    Posted 2 October, 2020 5:14 pm 0Likes

    Debe de ser una maravilla, de lo más apetecible.

Comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.