Si eres de las que, como a mí, no les importa mucho lucir un bronceado de anuncio y no tiene ningún complejo por “estar blanca” no sigas leyendo porque este post no te va a aportar mucho. Pero, si eres de las que, como la mayoría, se trabaja el moreno desde el primer minuto del verano, o el último de la primavera, puede que te interesen las razones que esgrime Jayne Cooper, Tanning Expert de la marca de autobronceadores St.Tropez, para que utilicemos este producto más allá del fin de las vacaciones.
- Si tienes un color irregular y poco uniforme porque te colocas boca abajo sobre la arena y te “olvidas” de darte la vuelta, o de las que mantienen la cabeza y medio cuerpo bajo la sombrilla dejando que las piernas se bronceen, o de las que practicando deportes acuáticos con el chaleco salvavidas puesto… En esos casos el autobronceador te servirá para igualar las zonas blancas con el resto. Eso sí, delimita bien las zonas a broncear y repite la aplicación hasta que obtengas el mismo tono.
- Si vas a estar el mes de agosto trabajando y sólo puedes tomar el sol el fin de semana puedes intensificar el tono (para que no se desvanezca) aplicándote un autobronceador de tono medio u oscuro a mitad de semana. Nadie sospechará que has estado en la “ofi”.
- Si ya tienes más que comprobado que es imposible que llegues a ponerte morena no pienses que eres la única. Hay personas con menos capacidad de sintetizar melanina que son las que rara vez se broncean, suelen quemarse y pelarse para volver al tono inicial. En estos casos, el uso de un autobronceador es obligatorio si se quiere lucir bronce. Pero, cuidado, el color que aporta no protege la piel así que si vas a tomar el sol, aunque tu piel esté morena utiliza siempre un protector solar con un filtro elevado.
- Si no te gusta que se vean las “marcas del bikini” cuando te pones un top sin mangas o un vestido palabra de honor puedes optar por bronceadores con color y aplicarlos cuidadosamente con una brocha. Y puedes hacer lo mismo con el pecho y los glúteos si deseas un bronceado integral pero el pudor o las normas no lo permiten.
- Si, como la mayoría, utilizas un SPF más alto para proteger el rostro y lo reaplicas con frecuencia mientras que en el cuerpo usas factores de protección más bajos puede haya uno o dos tonos de diferencia a partir del cuello. En estos casos, nada como recurrir a un autobronceador facial para igualar.
- Si se acaban las vacaciones y quieres prolongar lo máximo posible tu bronceado lo mejor es hidratar la piel a diario, exfoliarla dos veces por semana y aplicar un autobronceador gradual en el momento de la ducha.
Los productos de St. Tropez están a la venta en Isolée.
1 Comentarios
M Angeles Guerra Rodriguez
La verdad es que no los utilizo, aunque si es verdad pero para alguna ocasión pueden ir bien
Besitos