La belleza en los tiempos del coronavirus“, es el titular que se me ocurre, parafraseando a Gabriel García Márquez, cuando Mª Eugenia León me pregunta por mi rutina de belleza en estos días de confinamiento, días de #yomequedoencasa… cumpliendo con mi deber y sin parar de leer y releer, mi único “hobby”.  Sin entrar en el eterno debate “¿la belleza es frívola sí o no?” (para mí, no), lo cierto es que nuestra actitud es diferente en la actual situación. Por un lado, falta de estímulo en arreglarnos para que nos vean los demás, vida social etc…y por otro, paradójicamente, más tiempo libre para cuidarnos, prestarnos más atención (personalmente, siempre he pensado que lo fundamental es gustarse a una misma, lo que ya en sí es harto complicado, como para preocuparse de la opinión de los demás). Pero… vayamos al tema que nos ocupa.  Mi rutina de cuidados  es bastante parecida a la habitual, a la de “antes de”…, con algún cambio o algún añadido que impone la cuarentena.

El primer paso, siempre la limpieza. Utilizo agua micelar, porque me parece la forma más práctica. Hay varias que me gustan, entre otras Skin Detox de NeutrogenaPur Douceur de Galénic, después un tónico, loción o esencia y la crema de día o de noche (según el momento). Suelo variar mucho porque me gusta conocer y probar novedades, ya que tengo esa oportunidad.

Por motivos obvios, me interesan las relacionadas con la piel madura. Ejemplos recientes… Chanel Le Lift, Vitalumière de Clarins, Capture de Dior, Vital Perfection de Shiseido, Rénergie, de Lancôme, Blue Therapy Revitalize de Biotherm… Tengo preferencia por los productos que unen una profunda investigación científica y un gran respeto por la naturaleza.Una salvedad… tienen que ser aptos para pieles sensibles (mi piel lo es, tanto como mi alma) y soy muy propensa a rojeces, irritaciones etc… por eso considero muy acertadas líneas como Cetaphil Pro Redness o Dermabsolu, de AvèneDía y noche… que no me falte el contorno de ojos. Siempre recordaré el Fluido contour des yeux à la rose noire, de Sisley (fue la última presentación de belleza a la que asistí antes de…

Como me paso mucho tiempo mirando el móvil (no soy la única), tengo que pensar seriamente en un cuidado para el cuello como Neck Lift de Natura BisséMención aparte, merecen las mascarillas. Pero solo las que no haya que retirar (la de caléndula de Kiehl’s, Waso, de Shiseido, Masque à la rose noire, de Sisley, Hemp de  The  Body  Shop…) Muy oportuna, por cierto, me parece la de manos de Neutrogena.

No dejo de utilizar protección solar, aunque solo sea para el momento “terraza” en rostro, cuello y manos (Isdin, Avéne, La Roche Posay), porque es un hábito muy arraigado en mi “protocolo” diario, como también lo es la crema de cuerpo. Con la llegada de la primavera busco algo más que la hidratación en los cuidados corporales. Un ejemplo, el Bálsamo Corporal Lifting & Firmeza VinoSculpt, de Caudalie. Todo muy básico y lleva pocos minutos. Me falta la minuciosidad y la paciencia necesarias para añadir más pasos. Para lo “excepcional”, prefiero ponerme en manos de las doctoras Purina Espallargas y Camino Guallar, por ejemplo. Tengo la intención de aprovechar estos días para esos tratamientos cosméticos especiales que me dan más pereza en otras épocas, tipo Prevage, de Arden, ampollas de Vichy o Cantabria Labs y algún otro de “choque”.

Dicho ésto, el verdadero cambio en mis cuidados de belleza es…¡el del cabelloSoy “peludependiente“. De las de “peluquería todas las semanas”. Mi pelo es complicado, tendencia a rizado y encrespado y yo, absolutamente negada incluso para lavármelo, mucho mas para utilizar secadores, planchas (aunque las hay de sencillo manejo como las ghd) y demás aparatos. Como suelo decir, soy poco “aparatosa”.

En eso sí que estoy notando los efectos del confinamiento. Y, por si fuera poco, sigue inexorable el curso de crecimiento y pronto- ¡horror!- empezará a notarse la raíz. No me veo capaz de teñirme en casa (me tiñen en Carche Peluqueros) por muy fácil que lo ponga Phyto Color. Tendré que recurrir a un retoca raíces tipo Magic Retouch, de L ‘Oréal, porque, una cosa es dejarse el pelo blanco o canoso, ese “poder de las canas” que proclama Pantene con su línea Hair Biology y otra, muy distinta, la temida raíz que produce un efecto tan descuidado. De momento… ahí voy arreglándome como puedo. Utilizando buenos productos, eso sí, champús como Kérastase Genesis (tengo pendiente tratamiento en R’Difusion), acondicionadores de Sisley Hair Rituel, Wella o René Furterer y voy a probar la línea de Miriam Quevedo (de momento, he estrenado su “hair turban“). Quizá sea el momento de aprender a “valerme por mí misma” en cuestión capilar, la más importante en lo que se refiere a imagen y autoestima (hablando de belleza ¡claro!).

Para terminar… un toque de perfume. Entre mis clásicos están Ck One de Calvin Klein, Boy de Chanel, Escale à Portofino de Dior, Eau du soir de Sisley, L’ Eau de Serge Lutens… Pero en estos momentos me van más fragancias como Un dimanche à la campagne de Guerlain, Orange Blossom de Jo MaloneSale Gosse del universo de Frédéric Malle o Light blue de Dolce Gabbana, en su versión más fresca.

Y así… van pasando estos días de cuidados “caseros”. Mi reconocimiento a los profesionales de todos los ámbitos de la belleza por su esfuerzo en continuar  ofreciendo información, aportando ideas. Ya llegará el esperado momento de reanudar la actividad.

Podéis escucharme en la cadena COPE. En Instagram estoy en @copecool y @lolapcollado

2 Comentarios

  • Lucia
    Posted 2 April, 2020 3:35 pm 0Likes

    Brava Lola!!! Eres mi ídolo!!!

  • angeles
    Posted 15 April, 2020 7:40 pm 0Likes

    Con la peluquería no tengo problema también tengo el pelo rizado y siempre me lo dejo así, secado al aire y en cuanto al teñido yo me lo hago siempre en casa y como los tintes los compro por interner, sin problemas.

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