Durante el tiempo que estuve en el teatro tenía muy cerquita el Hotel Urban y en él, un sitio que me enamoró para ir a cenar. Se llama Glass y es un pequeño Aponiente, de Angel León, en Madrid. Con el atún, el placton, las algas y el pescado fresco de Cádiz como bases de una carta y un servicio que enamora.
Y el primer libro leído del año es de uno de mis autores españoles favoritos. “Los Baldrich“, “La estación perdida“… son libros que se quedaron en mí, como seguro que pasará con su nueva novela “Jauja“, y es que Use Lahoz sabe cómo desentrañar ese bonito y nada complejo mundo de la vida familiar. En este caso la historia de un padre y una hija en el tiempo. Los perdones pendientes del pasado; y afrontarlo; y asumirlo. ¿Por qué resulta siempre tan difícil y doloroso? Qué difícil es hacer las cosas bien y conseguir aquello por lo que luchamos. No todos tienen las mismas oportunidades. Esto es así.
1 Comentarios
angeles
Me llama la atención el libro, pero el restaurante no mucho.