He probado Inner Wellness, en Marta García Esteticistas y he visto como está envejeciendo el interior de mi piel

Y viendo los resultados he decidido ponerme las “pilas” en algunos aspectos.  El primero, ser disciplinada en la toma de los suplementos nutricionales que me recomendaron en Marta García Esteticistas para hacer frente a mis carencias y desequilibrios internos. Confieso que nunca he sido muy “constante” con la nutricosmética pero llevo casi un mes (desde mi visita al centro de Marta García) siendo muy aplicada y creo que voy a continuar porque he notado cambios (y muy buenos) en mi piel.  La primera vez que escuché hablar de Inner Wellnes fue en el centro de Gema Cabañero hace ¡seis años! pero entonces no me preocupaban tanto los efectos del envejecimiento y no llegué a hacérmelo ahora, viendo los resultados, pienso que lo tenía que haber probado, pero nunca es tarde. Os cuento.

Inner Wellness es un sistema de diagnóstico antiaging integral que consta de tres equipos punteros de medición y un software de análisis. Gracias a las mediciones que realizan estos equipos se puede cuantificar, con mucha exactitud, el nivel de envejecimiento interior facial y corporal y medir de forma objetiva y precisa las carencias y desequilibrios de las “sustancias pro-juventud” del organismo. Con los resultados de dichas mediciones se consigue una visión global del nivel de envejecimiento interior de la persona diagnosticada y se pautan curas antiaging globales y planes de tratamiento personalizados. La eficacia de estos tratamientos se evalúa a lo largo del tiempo con datos concretos de evolución y mejora, y no con criterios subjetivos, como la sensación de “sentirse o verse mejor” que es lo que me pasa a mí. Yo me veo mejor pero tendré que volver a pasar por los distintos equipos para comprobar si mis sensaciones se ajustan a la realidad. Ya os contaré.

¿Y cuáles son los equipos que emplea Inner Wellness? El primero es un Scanner Morfo-Facial Computerizado. (SMFC) que realiza un retrato fotográfico multidimensional de las distintas capas y elementos estructurales del tejido. Para conseguirlo utiliza distintas tecnologías (tecnología rBX®, tecnología trUe-UV®…), tipos de luz (fluorescente, polarizada cruzada, blanca, RGB…) y filtros (máscara de rugosidad, máscara ultra-violeta…), que posibilitan la toma de ‘fotografías’ dérmicas a distintos niveles con las que los expertos pueden ver nuestro nivel de estrés oxidativo y daño solar así como la aparición de futuras manchas (en las fotos se ven las manchas que existen en la dermis y que todavía no visibles en la superficie). Pero aquí no acaba todo lo que descubre este scanner. También nos informa del nivel de glicación dérmica en relación con el nivel de grasa subcutánea (cuando existe un exceso de azúcar éste se adhiere a las fibras de colágeno, las desorganiza y esto acelera la flacidez cutánea); realiza un análisis  cuantitativo del tamaño de los poros y descubre un mapa de impurezas que no son apreciables a la vista y determina el origen de la dilatación. Esto es muy importante para para poder trabajar sobre la causa y cerrar el poro.

Pero hay más, El SMFC mide la tasa de transparencia (que indica el nivel de limpieza e hidratación: cuanto más limpia e hidratada más translúcida y con mayor capacidad de reflexión de la luz); el índice de uniformidad del tono (que proviene del correcto equilibrio de la melanina, la hemoglobina y el colágeno); y la capacidad de resplandor en relación con la rugosidad de la superficie. Y, cómo no, también hace un examen de las arrugas. Su longitud, profundidad y dirección se ven en distintos gráficos 3D generales y zona-a-zona. Así se determina su origen, fundamental para plantear el tratamiento más eficaz para minimizarlas y ralentizar su avance. Y, por último, realiza un mapa reflejo en el rostro en el que gracias a un filtro específico se consigue un esquema cromático que evidencia el desgaste de las glándulas más importantes del cuerpo relacionadas con la estética y el bienestar.

Aunque podría parecer que con todas las mediciones realizadas por ese aparato ya sería más que suficiente, para completar el diagnóstico, el sistema Inner Wellness cuenta con otros dos aparatos. Por un lado, la Body Functional Work Station, un sistema de Medición Morfológica Segmental Octopolar que va más allá del típico informe de composición corporal con datos de proporciones de masa grasa, masa magra, proporción hídrica o tasa de metabolismo basal. Además de hacer todo eso, el software Inner Wellness cruza los datos de medición morfológica segmental  con diversos parámetros informatizados (basados en las conclusiones de la teoría del envejecimiento por inflamación celular y de la teoría neuroendocrina) y de ese modo calcula desde el nivel de inflamación celular hasta la proporción de grasa tóxica que se posee. Esto es básico para que cualquier tratamiento corporal tenga un resultado óptimo.

Y, por último, se realiza un Topografía Corneal (tomada a partir de 20.000 puntos de la córnea) para medir el colágeno, su degradación y los niveles de glicación. No sé si lo sabréis pero la córnea está compuesta casi en su totalidad por colágeno y, al parecer, las conclusiones que se sacan del análisis de dicho colágeno son extrapolables al resto de estructuras orgánicas, piel incluida. De esta forma, se puede determinar el porcentaje de daño que presenta el colágeno y se miden de forma precisa sus niveles y su correcta distribución. Con esta topografía  (tomada a partir de 20.000 puntos de la córnea) se consiguen una ‘fotografía’ tridimensional y distintos gráficos cromáticos de los que se obtienen datos precisos sobre la cantidad y calidad del colágeno, su deformidad y velocidad de degradación a nivel dérmico y no sólo en la córnea, sino que, gracias a una tabla de equivalencias informatizada, permite extrapolar dichos datos a nivel dérmico global y determinar los niveles de glicación de la piel.

Lo mejor de todo es que en hacer las tres pruebas se tarda menos que en leer este post y las conclusiones son muy reveladoras. Como os decía al principio, además de distintas pautas de cuidados me recomendaron seguir un programa de nutricosmética  personalizado con varios productos de la línea 180 The Concept de Gema Cabañero.  En mi caso el tratamiento combina las cápsulas e1 (Omega 3), e3 (magnesio), rv3 (Triptófano), h4 (prebióticos) y h5 (probióticos).

Ah, el de Marta García Esteticistas (Telf. 985277300)es el único centro de belleza de la zona norte de España que cuenta con el sistema de diagnóstico Inner Wellness.