Y para eso precisamente se ha creado. Para que lo imiten los peluqueros que quieran modernizar sus salones y convertirlos en lugares a los que los clientes no tengan, sino que quieran ir.  Me explico. Lo que pretende la división de Productos Profesionales de L’Oréal con esta iniciativa es que los salones de peluquería dejen de ser el sitio al que hay que ir por necesidad, porque hay que cortarse el pelo o cubrir las canas, para convertirse en un espacio que ofrezca experiencias tan apetecibles que invite a los clientes a quedarse a pasar más tiempo del imprescindible.

El Salon Emotion que L’Oréal ha abierto en sus oficinas madrileñas forma parte de un ambicioso proyecto internacional, que ya está en marcha en países como Francia, Inglaterra, Italia o Australia. Esta iniciativa está enfocada a aquellos peluqueros que quieran modernizar sus salones, desarrollar sus negocios y transformar la experiencia emocional de todos sus clientes. El único pero que le pondría a este salón es que no está abierto al público en general porque os aseguro que se convertiría en mi peluquería de cabecera.

¿Pero qué es Salon Emotion? Es un showroom que reproduce un salón real creado para inspirar a los profesionales, a los peluqueros, para que cuando lo visiten vivan una experiencia única y se animen a evolucionar y transformar sus propios salones (si es que lo necesitan, claro).  Para ello ponen a su disposición el proyecto Salon Emotion que cuenta con las mejores agencias de modernización de salones y el programa de formación más avanzado de protocolos para los miembros de sus equipos.

Pero además de modernizar sus salones, la principal “enseñanza” del proyecto es la importancia del servicio personalizado. Desde que se cruza su puerta la atención es constante sin resultar abrumadora (que eso tampoco gusta). Se comienza con un diagnóstico tras el que te dicen lo que te va a costar el servicio o el tratamiento que te van a ofrecer. Esto es algo que deberían hacer desde ya todas las peluquerías, porque no me diréis que no os ha pasado alguna vez que no disfrutáis del servicio porque estáis pensando en lo que os van a cobrar de más si decís que sí a esa mascarilla o a ese producto especial que te ofrecen cuando estás a mitad del tratamiento. 

Bien, pues una vez que te lo dicen y, antes de empezar ya has dicho si quieres o no esos extras, y con las cuentas claras en la cabeza, ya te puedes relajar en su zona Boutique Bar,  un espacio de co-working donde disfrutar y pasar el tiempo o en el Blow Dry Bar, un área “Do it your self”, con pantallas táctiles y videos de paso a paso. en los que descubrir lo que nos queremos hacer y ver cómo nos quedaría a nosotras.

También hay una zona masculina, la Barber Shop; un espacio Natural Beauty Care y, por último, una zona de Retail para que las consumidoras puedan comprar y llevarse a casa los productos más adecuados a sus necesidades. 

Después de haberlo visitado os diré que me encanta que esta iniciativa esté enfocada sobre todo a que los clientes sean los verdaderos protagonistas de la visita al salón. Y sé lo que digo porque hay salones en los que te encuentras con cada “artista”, que quiere demostrarte lo buenísimo que es en lo suyo (y lo malos que son los demás que te han tocado el pelo antes), que lo único que consigue es que no vuelvas por allí.

1 Comentarios

  • angeles
    Posted 11 July, 2018 11:42 am 0Likes

    Que maravilla de sitio, me encantaría poder visitarlo.

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