cosmetica masculina

Poco a poco los hombres le vamos cogiendo el gusto a esto de los cosméticos. En el año 1990 solamente un 4% de los españoles se los aplicaba con regularidad; en cambio hoy somos más del 50%. A estas alturas del partido tenemos más que controladas rutinas como la limpieza diaria, la exfoliación pre-afeitado o la importancia de la hidratación. Otros, como la depilación o las mechas capilares, sin ser masivos son muy habituales. Pero existen determinados productos con los que todavía no nos atrevemos, tal vez por prejuicios, tal vez por desconocimiento, y que ya va siendo hora de hincarles el diente. Aquí os traigo tres:

1. Orly

Laca de uñas. Da la sensación de que las manicuras son territorio exclusivo del género femenino y que la masculinidad solo puede manifestarse a través de unas uñas de luto y poco cuidadas. Este disparate es algo propio de nuestra generación, ya que nuestros abuelos aprovechaban la visita semanal a la barbería para hacerse también la manicura. Así que esto de llevar las manos en perfecto estado de revista no es nada nuevo. Si quieres recuperar esta sana tradición, empieza con Nails for Males (12,90 €), de Orly, un esmalte de tratamiento que, además de cuidar, proporciona un acabado semimate de lo más distinguido. Y del color ya hablaremos otro día.

2. Clarins

Autobronceador. No es fácil encontrar en un neceser masculino una crema con un toque de color. No sé si será porque lo vemos como un producto de maquillaje encubierto, y eso nos echa para atrás, o porque nos da miedo que el moreno se transforme en un tono naranja Trump de la noche a la mañana. Para ir conociendo el terreno, pero sin tirarnos de cabeza a la piscina, Clarins Men han desarrollado Booster Bronzant (28 €), una fórmula que combina propiedades autobronceadoras con un complejo energizante que tonifica la piel. Mezcla tres gotas con tu crema de tratamiento diario y notarás cómo tu piel se va bronceando progresivamente.

3. Tom Ford

Mascarilla. La inmediatez que los hombres le exigimos a la cosmética nos impide disfrutar de otros tratamientos que requieren más tiempo, como las mascarillas. Por eso, desde aquí os invito a que cambiéis el chip e invirtáis un cuarto de hora a la semana en vuestra piel. Y nada mejor que la Mascarilla intensiva purificante de arcilla (53 €), de Tom Ford for Men, para que descubráis los beneficios físicos y psicológicos de la slow beauty. Aplícala sobre el rostro, déjala actuar durante 10 minutos y retírala con agua templada. Verás cómo la fórmula se vuelve gris claro al extraer el exceso de grasa, la suciedad y las toxinas acumuladas en los poros.

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