La crisis (que parece que se va, pero ahí sigue), el constante postureo instagramero de la generación millennial o, simplemente, que el mundo es cada día un lugar más hostil han provocado en la sociedad un sentimiento de incertidumbre que nos lleva de regreso a la comodidad y a la seguridad del hogar. Los daneses, que son muy suyos, lo llaman hygge, un concepto que transmite esa sensación acogedora que solo se tiene en casa, acompañado por amigos y familiares y con una bebida caliente entre las manos. Sin duda, la nostalgia es un valor al alza y está presente en ámbitos muy distintos. Así, el mundo de la gastronomía se ha rendido a la comfy food, que recupera las recetas tradicionales de la abuela, mientras que la moda se ha vuelto cozy, es decir, cómoda y calentita. Y esta añoranza de tiempos no tan lejanos también se percibe en el universo beauty: las notas dulces de los perfumes gourmand son vehículos invisibles que nos transportan sin escalas a la infancia, ese momento vital donde nos sentimos seguros y las únicas obligaciones son jugar y ser felices.
Por eso, no es de extrañar que el sector de las fragancias para casa esté en plena expansión: barritas aromáticas, velas, borlas perfumadas, vaporizadores o saquitos de olor para los armarios forman el arsenal olfativo para convertir el domicilio habitual en un verdadero hogar. Y más en estas fechas, en las que los que se han tenido que ir fuera para poder ganarse la vida regresan para que las familias al completo se reúnan en torno a una mesa hasta altas horas de la madrugada. Para pasar unas fiestas muy cozy y muy comfy recomiendo:
-La vela Spicy Aperitive, de Suniti Essence (75 € / 350 gr). Con notas picantes y exóticas, es perfecta para tomar algo en casa con los amigos antes de salir a quemar la noche.
-La vela Le Roi Sapin, de Diptyque (60 € / 190 gr). Un canto a la Navidad que huele a bosque de pinos verdes, con toques de cedro y pachuli y una delicada nota de resina.
-Las barritas aromáticas Woody Vanilla, de Rituals (39,50 € / 450 ml). La vainilla y los acordes amaderados se combinan en estos fragance sticks que duran hasta cinco meses.
–Mikado de lavanda, de Mi Rebotica (10 € / 100 ml). De entre los 12 olores disponibles, todos ellos inspirados en la naturaleza, he elegido el de lavanda por sus propiedades relajantes.
