Los mejores perfumes del año

Difícil elegir uno solo, porque los aromas dependen de tantos factores… el momento, el estado de ánimo, un recuerdo, un look determinado… pero después de una selección minuciosa y semanas de expectación, por fin, el pasado día 26 descubríamos las fragancias ganadoras de este año.

Lo anunciaba la Academia del Perfume en la gala de la IX edición de sus premios, en una fiesta llena de glamour y celebrities que olían maravillosamente. ¡No podía ser menos! La ocasión lo merecía. Presentada por la periodista Mónica Carrillo, y con Juan Pedro Abeniacar un año más como presidente, el Casino de Madrid fue testigo del triunfo de estas fragancias: Valentino Donna de Valentino y Sauvage de Dior, mejores Perfumes de Lujo del Año; el Premio Especial Enrique Puig al Mejor Perfume Clásico fue para Coco Mademoiselle de Chanel y L´Homme de Yves Saint Laurent; en categoría Niche se llevan “la estatuilla” Alaïa de Azzedine Alaïa y Bottega Veneta pour Homme Extreme. Sauvage de Dior repitió como ganador en el Premio al Mejor Diseño y en el Premio de la Prensa a la Mejor Campaña de Comunicación, y Decadence de Marc Jacobs y Chance Eau Vive de Chanel son los ganadores en categoría femenina respectivamente.

Antonio Banderas King of Seduction Absolute y Paula Echevarría recibieron un reconocimiento especial como los productos de Gran Consumo más vendidos en el año 2015. La verdad es que el universo del perfume es mágico, y como cuenta Ángeles González Sinde, que ha formado parte del jurado, “su magia es viajar en el tiempo y en el espacio sin movernos del sitio”. Mónica Carrillo comentó que “no se le ocurría mejor regalo para el Día de la Madre que una fragancia, porque es emoción pura”. Y para muestra, un botón: el pasado 1 de mayo fue el regalo más recurrente: Según Stanpa (Asociación de Perfumería y Cosmética), las ventas de esencias en esta fecha se duplican año tras año, y en lo que llevamos del 2016, el mercado del perfume ya ha subido un 2,5%. Vamos, que cada vez nos ilusionamos más, fantaseamos más, y nos emocionamos más. De eso van los perfumes, al fin y al cabo.