Quienes me seguís en las distintas redes sociales ya sabéis que el lunes pasado estuve en el salón que Franck Provost tiene en la calle Claudio Coello, 33. Me habían dicho que hacían muy bien el color y nunca me había teñido allí (sí, confieso que como la mayoría de las mujeres de mi edad yo también tengo canas).
Así que pedí cita y me puse en manos de Isabel, una estilista con la que congenié inmediatamente. Me aplicó el tono exacto que yo quería (de Inoa) y me propuso hacerme unos reflejos. El único problema era que yo no tenía tiempo (cogía el AVE para Sevilla desde allí) así que me hice únicamente lo imprescindible, tapar las inoportunas canas. Eso sí, prometí volver para ponerme en sus manos el mes que viene. Así que ya os enseñaré el resultado. Buen fin de semana.
