“Cuando los visitantes volvían de la Alhambra, se podían llevar imágenes, maquetas, libros, postales, piezas de loza… Pero no se podían llevar consigo el aroma de sus jardines”. Así nació uno de los proyectos de perfumería más singulares y exquisitos de nuestro país, Lágrimas de la Alhambra. Una fragancia que incorpora lo más hermoso de la tradición nazarí y la hace moderna, sin dejar de rendir el homenaje más completo a La Alhambra, inspiración de este aroma y de todo el proyecto.
Esta fragancia ha sido creada por dos enamorados de la Alhambra que decidieron dar forma a su sueño, y lo hicieron dando cuerpo a un aroma, Lágrimas de la Alhambra. Este se puede encontrar en eau de parfum, en vela perfumada y, en su forma más exquisita, como attar. Es decir, aceite perfumado, la forma más milenaria de perfumarse. Un aceite a base de esencias naturales, que se funde con la piel, por lo cual se desarrolla de forma diferente en cada persona que lo lleva y adquiere carácter propio. Un aroma que sirve tanto para hombres como para mujeres, pues en cada uno se percibe de manera muy distinta.
La versión más lujosa de Lágrimas de la Alhambra es igualmente única: se presenta en un ánfora de loza dorada, un tipo de loza que sólo se hacía en el palacio nazarí y que ha sido recuperada por un único artesano que es también quien ha moldeado, cocido y pintado a mano cada uno de los 300 envases existentes, pues es una edición limitada, numerada y muy exclusiva. Claro que ésta tiene un precio igualmente exclusivo: 1.325 euros.
En madera blanca se presenta otra versión en attar, con aplicador de varilla de cristal, cuya forma redondeada del tapón también recuerda los arcos de la Alhambra, y del mismo material es el tapón del eau de parfum, en su versión con alcohol.
No acaban ahí los homenajes a la Alhambra: el logotipo está creado a partir de la caligrafía cúfica que cubre las paredes de La Alhambra, y las palabras se escriben con caligrafía Adobe Caslon Pro, la usada en la primera versión de “Los Cuentos de la Alhambra” de Washington Irving.
La fragancia tiene notas de naranja amarga, pino, pimienta negra y azafrán en la salida, a la que sigue un corazón cálido formado por nerolí, jazmín, rosa de Turquía, mirto, canela y cardamomo. En el fondo se despliegan notas de cedro, sándalo, vetiver, mirra, incienso, ámbar y almizcle. Una composición que resulta muy luminosa, muy transparente, y absolutamente única, y que se encuentra en puntos de venta muy exclusivos y en su web, http://lagrimasdelaalhambra.com/es
1 Comentarios
Iuliana Andreea Munteanu
Habrá que probarlo 🙂