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No me ha hecho falta pintarme un bigote ni unas cejas a lo Groucho Marx para darme a la bambuterapia. Y es que al alimento preferido de los osos panda (sí, esos que copan todos los telediarios mañaneros) le pasa un poco como a los cerdos, que todo se aprovecha. La corteza del bambú se utiliza para hacer telas y papel, los brotes tiernos son comestibles y muy apreciados en la cocina asiática, de sus nudos se extrae una suerte de edulcorante natural, las hojas se usan como envoltorio y las cañas sirven para todo: desde construir casas y fabricar muebles hasta dar masajes. No contento con esta versatilidad, el bambú tiene además una gran cantidad de beneficios cosméticos. Su extracto es rico en oligoelementos, que favorecen la producción de colágeno y elastina, y antioxidantes, que gustan de poner a los radicales libres en su sitio, combatiendo así los estragos del paso del tiempo. También es capaz de estimular la circulación sanguínea y tiene propiedades antiinflamatorias. En definitiva, toda una joyita de activo.

Clinica S&O

Pero lo mejor de todo son los masajes que se dan con sus cañas. Aunque esta terapia se practica en todo el mundo desde hace más de 5.000 años, yo no la había catado nunca en piel propia, así que me personé en la Clínica S&O (www.clinicasyo.com) para saciar esa insana curiosidad mía de beautywarrior intrépido. Allí me explicaron que existe una terapia facial y otra corporal y que por eso tienen cañas de distintos diámetros y longitudes que se ajustan perfectamente a las diferentes partes del cuerpo.

Clinica S&O 2

Aunque muy ligeras, son tan resistentes que al bambú se le conoce como el acero vegetal. Ahí es nada. Renata, la terapeuta a la que le toqué en gracia, no lo dudó ni un segundo en cuanto vio el cuerpo-escombro que tenía delante y, tras tumbarme en la camilla, comenzó a trabajar con las cañas más gruesas las mil contracturas que viven de okupa en mi espalda. ¿A qué te pasas todo el día sentado frente al ordenador? Sí. ¿A qué no haces ningún tipo de deporte? No. ¿Y seguro que eres del Atleti porque este estrés acumulado no es ni medio normal? Acertaste otra vez, Renata. Yo cerré los ojos, respiré hondo y dejé que la experta hiciese su magia. Y así fue. La verdad es que enseguida notas cómo la fricción y la presión ejercida con las cañas va liberando la tensión y cómo los músculos se van soltando. De hecho, y aunque esté feote confesarlo, babeé en un par de ocasiones. Además del efecto sedante inmediato, me contó que la bambuterapia es buena para todo, pero que para que funcione se necesitan varias sesiones. Que estimula el tejido adiposo, que tonifica y reafirma, que favorece el drenaje de líquidos y grasas y que, incluso en casos tan extremos como el mío, equilibra las energías. Vamos, ¡que un masaje con bambú es la caña!

Productos con bambú:

Exfoliante facial Purify 4D, de SEPAI
Exfoliante facial Purify 4D, de SEPAI. 74 €
Ami Iyok
Crema antiarrugas Dryskin Oasis, de Ami Iyök. 91 €

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