La Dieta Frost, por Juan Luis Cano

Si alguno o alguna de ustedes se siente incómodo con los kilos de más que pesan sobre su organismo (por supuesto en caso de que tengan organismo, si no tienen, pues nada) y se ve incapaz de someter sus ansias a un régimen que le haga adelgazar, no se preocupe, porque investigando, investigando he descubierto la publicación de un estudio interesantísimo, realizado por unos señores muy listos de los Países Bajos, que han publicado en la revista médica Trends in Endocrinology & Metabolism (si no hablan ustedes inglés no se molesten porque aunque la busquen y la encuentren no van a pillar ná de lo que dice) y que cuenta cosas muy novedosas. No se pongan nervios@s, que ahora mismo me dispongo a contar qué cosas son esas.

Resulta que han descubierto que la exposición al frío adelgaza que te cagas, porque el organismo (por supuesto en caso de que tengan organismo, si no tienen, pues nada) necesita generar más energía para contrarrestar los efectos del frío, así que quema más grasa. Todo lo contrario sucede en ambientes cálidos como las casas y las oficinas con la calefacción a tope o con el ambiente de la calle en Sevilla en pleno julio.

• ¿Has visto a La Pauli cómo ha adelgazado? Se ha quitado por lo menos cinco kilos ¿Habrá hecho la dieta Duncan Dhu, esa?
• Será la dieta Dukan…
• Bueno, esa, yo que sé. La que te pones hasta el culo de chuletones.
• Que va, es que desde que les han cortado la calefacción porque no pagan el gas, se han quedado todos “esmirriaos” ¿No has visto al marido, que tiene que pasar dos veces para que se le vea? Es que el frío adelgaza. Lo sé por la mujer de mi primo que es filipina y está delgadísima.
• Pero si en Filipinas no hace frío.
• Bueno, yo qué sé… De por ahí fuera.

Los japoneses (no todos, por supuesto, solamente un grupo de científicos japoneses)  ya se habían dado cuenta hace años después de haber sometido a unos cuantos voluntarios a temperaturas moderadamente frías (17º) durante dos horas al día y durante seis semanas seguidas, que su grasa corporal descendió considerablemente. Así que queda claro: A veranear a Laponia o a Noruega. A partir de ahora, adiós Cullera, adiós San Pedro del Pinatar, adiós Torrevieja, adiós Gandía… Las terrazas de los bares de los fiordos se van a llenar de gorditos y gorditas en camiseta.

Este último estudio al que he hecho referencia constata que al someterse a bajas temperaturas durante diez días, a razón de seis horas diarias, los voluntarios que no murieron vieron aumentada la cantidad de grasa parda en su cuerpo y eso es fenomenal por lo que se ve, porque la grasa parda es un tipo de grasa que hace que adelgacemos. La razón por la que tiene ese color pardo o marrón es que tiene gran cantidad de mitocondrias ¿Lo entienden ahora? ¿Quién no sabe que las mitocondrias son marrones? ¡Hombre, por dios! Hasta ahora se sabía que la grasa parda la tenían los niños pero no se conocía la existencia en adultos. Lo que sí se ha averiguado es que disminuye con la edad, es por eso que la edad ajamona. También se ha descubierto que desaparece más en las mujeres y que a mayor obesidad menos grasa parda.

Bueno, a lo que vamos, que yo a partir de ahora, en invierno en mangas de camisa por la calle y en verano, hielo en el agua de la bañera y “al agua patos”.

• ¿Y no será que La Pauli tiene mucha grasa parda?
• Lo mismo, porque yo siempre he dicho que es un poco pelandusca.