L'Eau d'Issey

No somos una pareja al uso, aunque adoro hacer de todo con él.  Me sedujo desde el primer instante en que lo sentí;  supe que había caído en sus redes y que sería mi debilidad de por vida. Hubo una especie de química primitiva entre nosotros, un vínculo que jamás he sido capaz de romper del todo, solo a poquitos  y en ocasiones puntuales. Su esencia es mi mejor amante, con la que siempre me siento segura, haga lo que haga.

Eau d'Issey

Mi piel, mi cabello, mi ropa…, y yo diría que hasta mi espíritu, están impregnados de su presencia desde que nos conocimos en el 92. Me impresionó su frescura, su forma de enredarme en un abrazo de aromas acuáticos, cálidos, sutiles y absolutamente irresistibles en las distancias cortas, pero libre de ataduras  en las más largas. Como un buen amante, que  te envuelve  pero no te ata, que te hace gozar cada vez que respiras. Es básico y a la vez complejo. Persistente y ligero. Inconformista y leal. Durante más de dos décadas ha sabido mantenerse fiel a sus principios, tanto en esencia como en imagen. Sus devaneos aromáticos, las variaciones en su partitura, han sido siempre efímeros, para adaptarse no a las modas, sino a la atmósfera que rodea al verano, para aligerarse y disfrutar del sol sin ropajes de más. Una concesión que siempre se agradece, porque como ocurre entre los amantes, son las sorpresas las que mantienen la atracción y el encanto en una relación tan íntima.

l'Eau d'Issey homme y femme

Su aspecto externo, minimalista y sobrio, es otro de sus encantos más cautivadores. Tanto que ha seducido a la cámara de los mejores artistas de la imagen. Irving Penn fue el primero que reflejó  su silueta cónica, dinámica y depurada hasta el extremo; otorgándole una imagen mítica que a mí me encandiló al instante.  Después, en 2002, fue Daniel Jouanneau  el encargado de trasladarla visualmente a su nuevo estatus; sin desprenderla  de sus valores originales de simpleza y refinamiento, supo expresar con maestría todas las facetas de su icónico carácter: estética, pureza, efervescencia e intemporalidad. En el 2006 Marcus Tomlinson, la impregno de un halo místico y atemporal que la incitaba a moverse con la sutileza del agua remansada… Hace unos días, mi amante favorito ha vuelto a enamorarme con su nueva imagen, también obra de Daniel Jouanneau. Nada más verla, sentí un impulso irrefrenable de sumergirme otra vez sus abrazos, de oler su poesía. Incluso hubo en mí una punzada de culpabilidad porque durante unas semanas me había dejado envolver por otras esencias. El reencuentro ha sido tan fascinante como el de dos cuerpos que se adoran mutuamente, que se atraen sin control aunque sus dueños no lo quieran, que necesitan fundirse y lo hacen con total entrega. Y es que la unión entre L’Eau d’Issey y mi piel es una bella historia de amor, libre e incondicional, a la que ella no quiere renunciar. Y yo, tampoco. Es mi mejor amante, el más esencial.

1 Comentarios

  • Ana
    Posted 25 February, 2014 9:08 pm 0Likes

    Itzi eres lo más!!!!!. Es lo más maravilloso que he leído sobre L Eau d Issey!!!! Imposible tener una mejor embajadora que tú!!!!. Te queremos!!!!!!!. Besos. Ana

Comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.