En las nubes. Literalmente. Así estuve toda la hora que duró el tratamiento de Skeyndor que recibí durante la pasada edición de Beauty & Bloggers Date by S Moda. Y digo literalmente porque la improvisada cabina de tratamiento que compartí con Milagros Plaza de Style in Lima estaba en la última planta del Hotel W Barcelona. Una ubicación que permitía, las pocas veces que abrí los ojos, observar tanto las nubes como el mar muy de cerca. Y eso, unido a los distintos movimientos de masaje, las diferentes texturas de los productos que fueron aplicándome en el rostro (peeling, tónico, gel, sérum, máscarilla, crema,… ), y los aromas que desprendían consiguieron transportarme a un estado de relajación total.
El tratamiento en cuestión es uno de los más completos de la firma Skeyndor. Se llama Global Lift y, con ese nombre, ya os podéis imaginar cual es su función principal: realizar un lifting cosmético, es decir, redefinir el rostro en sus puntos clave: óvalo, cuello y pómulos. Todo ello gracias a una tecnología que mejora la funcionalidad celular, responsable del grosor y la firmeza de los tejidos. Lógicamente con una sesión una no abandona la cabina con veinte años menos, para eso están los quirófanos, pero con una ó dos semanales (dependiendo de las necesidades de la piel) y un correcto mantenimiento en casa, con los productos de la misma línea, sí se aprecian mejoras significativas. Y con una sesión, como fue mi caso, si notas la piel más nutrida, elástica, suave, confortable y luminosa. O sea que como tratamiento flash para una ocasión especial está muy bien.
Además, el hecho de que todos los pasos del protocolo, al menos el que yo disfruté, se realicen exclusivamente de forma manual es una gozada. Y no es que tenga algo en contra de la aparatología, ni mucho menos, pero de vez en cuando se agradece que este tipo de momentos se disfruten sin los pitidos o ruiditos que emiten las máquinas. Por eso, comenzaba este post diciendo que estuve en las nubes, porque desde el minuto uno, que comenzó con la consabida limpieza y exfoliación de la piel, hasta que terminó, con la aplicación de la nueva BB Cream de la marca, pude abandonar, al menos por una hora las preocupaciones terrenales. Y lo mejor, bajé de las nubes con una cara de lo más descansada. Habrá que repetir.
