Lo sé, ya toca ponerse las pilas. Septiembre está a la vuelta del fin de semana. Y con él llegan los líos, que los escándalos políticos no se han tomado ni un día de vacaciones. Pero no quiero hablar de reinicios. Me da mucha pereza porque soy de las que piensa que mientras quede verano hay esperanza de seguir disfrutando de la pereza y el off estival. Para recargar baterías, antes de lanzarme al ruedo de la rutina (que dicho sea de paso reconozco que tiene sus ventajas), me he pasado una semana en La Matarraña (Teruel), una de las comarcas turolenses más escondidas… y más llena de sorpresas. Me he acoplado, al perecer como una gran parte de los españoles, en casa de mi amiga Diana, que vive en el callejón del Silencio, en pleno centro de La Fresneda



No voy a ponerme en plan turístico, que para eso están las guías de viaje. No. Es cierto que la comarca tiene mil y un monumentos que visitar (castillos, ermitas, mazmorras, iglesias… y calles hermosas por las que perderse en pueblos como Valderrobres, La Fresneda o Calaceite), pero además de piedras con historia y pueblos medievales –para el que quiera saber más aquí dejo la web oficial de la comarca: www.portalmatarranya.es, muy completita para informase de todo lo visible-, a mí lo que más me ha gustado ha sido su paisaje, sus bosques mediterráneos de olivos, encinas, acebuches y pinos, sus ríos semisalvajes y sus misterios. 




Dicen que es una tierra telúrica, de esas en las que las corrientes energéticas se palpan con la piel, se sienten. Y es verdad. Quizás esa sea la razón por la que me he encontrado también entre sus redes. En el Castillo de Valderrobres, pude contemplar la magia de las luces y las sombras entre sus arcos y estancias propiciadas por el agua del chaparrón que nos cayó aun luciendo el sol. Debe ser cierto eso que dicen “con sol y lloviendo, las brujas jugando”.


Todo un espectáculo para la vista, que además es bueno para ponerse en forma porque para llegar hasta el castillo hace falta subir y subir escaleras y ya sabéis que una de los técnicas de fitness más it del momento es el Stair Climbing (en cristiano, aprovechar las escaleras urbanas para endurecerse y perder peso). ¿Y qué mejor manera de relajar y reconfortar los músculos maltrechos de tanto monumento (que lo de visitar piedras es muy cansado) que un SPA natural?

Si el mar es la cuna del relax gracias a su brisa y sales yodadas, el agua dulce de un río como el Tastavins es un todo un bálsamo para el cuerpo. Sus pozas son memorables, pero hay una en concreto –a la que sin ayuda no sabría volver– que cuenta con mi más absoluta devoción. Encañonada entre rocas, tiene más de 3,5 metros de profundidad y la peña que la preside (desde la que tirarse da miedito) es un trampolín inigualable, como para hacer el salto del ángel. 


Yo salté, pero agarradita de la mano de Diana, desnudas, porque nos dio por ahí y porque no había más almas que las de los pájaros, los árboles y las libélulas e insectos patinadores que se deslizaban por la superficie. He probado muchos Spas, he estado en muchos balnearios, pero en ninguno he sentido el placer que gocé haciendo de sirena de agua dulce. El agua estaba a unos 23 grados y el sol de solana. Un gustazo que pienso repetir. 


Pero quizás lo que más me impresionó fue el Caracol de la Fresneda. Una espiral realizada con cantos rodados y encumbrado junto a la ermita de Santa Bárbara, que cuentan los lugareños que cuando alguien lo deshace, se rehace como por encanto. 


No sé qué habrá de cierto en la historia, pero tiene dos entradas opuestas, cuando dos personas lo inician al mismo tiempo, cada una por un lado, siguiendo el camino marcado por las piedras, se encuentran a la vez en el corazón del caracol, que es como el dibujo del Ying y el Yang. Rodeado por símbolos labrados en las piedras, tiene algo mágico.


No quiero terminar sin recomendar otro de mis descubrimientos, la cosmética Matarraña, 100% ecológica, realizada con plantas autóctonas y con aceite de oliva de primera presión. Sus bálsamos son de una calidad exquisita, hay uno para codos y tobillos que obra milagros. Sé que la venden en algunas tiendas nicho de toda España, pero si queréis probarla, que merece la pena, no hay más que clicar en www.matarrania.com

El día 1, bueno mejor el 2 que es lunes, prometo reiniciarme y ponerme en modo On. No queda otra, es lo que toca.

8 Comentarios

  • Anonymous
    Posted 30 August, 2013 1:44 pm 0Likes

    Muchas Gracias Itziar por tan memorables momentos. Ha sido un reencuentro "entrenosotras" intenso, especial y diferente. Aquí tienes unas puertas abiertas para cuando lo necesites. Tengo una suerte inmensa al disfrutar de tu amistad desde hace ya 49 años. Un Beso. Te quiero. Diana.

  • Ines Rocha
    Posted 30 August, 2013 2:28 pm 0Likes

    Que bonito post,lleno de buenísima energía !!!
    Feliz dia!!!

  • Rosa Lacalle
    Posted 30 August, 2013 3:10 pm 0Likes

    Gracias Itziar! Al leerlo he podido revivir cada rincon. Lugares que cuando visito La Fresneda suelo disfrutar. Tu ya Embajadora de la comarca del Matarraña con estas palabras. Un orgullo para Diana tener una amiga como tu. Encantada de conocerte, compartir cuatro canciones, no más para poder repetir, las prepararemos mejor. Gracias por sentir así esta tierra!!!!

  • AtodoConfetti
    Posted 30 August, 2013 6:13 pm 0Likes

    ¡Que ilusión ver nuestra tierra en el blog! Vemos que has disfrutado plenamente de la experiencia, seguro que habrá más ocasiones para repetir 😉
    Muchos besos de confetti*

  • Nero Beauty
    Posted 30 August, 2013 9:56 pm 0Likes

    ¡Los productos de Matarrania son fantásticos!
    Estoy probando un par de ellos y estoy alucinada…pronto haré un post porque merecen mucho la pena…
    No conocía nada de la ona, pero con este post de me han puesto los dientes" muy muy largos".
    Gracias pr compartirlo Itziar.
    Un abrazo

  • C.S.C La Fresneda
    Posted 30 August, 2013 11:59 pm 0Likes

    Gracias por haberte quedado con lo mejor de La Fresneda; me ha encantado leerte.
    🙂

  • José Luis
    Posted 31 August, 2013 2:00 am 0Likes

    Muy bonito, mucho, tanto que he tenido que subir a ese caracol mágico para disfrutar de la fase final de la luna, justo la opuesta del hemisferio sur… ese yin y yang…

  • Reyes
    Posted 6 September, 2013 11:54 am 0Likes

    ¡Qué placer leer que alguien escribe mis sentimientos!
    No puedo estar más de acuerdo. Pasé una semana con mi familia en La Fresneda, del 26 de agosto al 1 de septiembre de 2013, hace apenas unos días, alojados en Casa Rosa, en la calle Pescadería (2 ó 3 callejones paralelos al callejón Silencio). Y recorrí muchos de los lugares sobre los que escribes. Matarraña ha dejado profunda huella en nuestros corazones.

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