En esto del cabello, como ocurre con los coches, los libros, los anuncios o los perfumes, también existe un look que donde va triunfa, que se lleva el título de corte del año. Esta temporada se llama Chop, que así lo ha bautizado el New York Times. El chop tiene una embajadora, la top model Karlie Kloss, tanto es así que casi nadie menciona el estilo capilar del momento como chop, sino como “Karlie”. Animada por los consejos de una de las gurús más influyentes de la moda, la directora del Vogue norteamericano Anna Wintour y su golosa oferta de darle un reportaje de cinco páginas en la cabecera trendy por excelencia, la Kloss decidió meterle la tijera a su melena y rebajarla en más de 20 centímetros, con capas simétricas pero ligeramente despuntadas para que tuvieran movimiento y un flequillo largo y versátil, de esos que se pueden destacar o camuflar. Las manos que obraron el cambio fueron las del estilista de Ceb’S Garren Defazio (como no podía ser de otra manera). El resultado, una media melena por encima del hombro, sexy, práctica, ligera, fresca, fácil de llevar y tan adaptable que se acopla a cualquier textura, a cualquier forma natural que tenga la fibra capilar. Tanto es así, que la Kloss un día lo luce ondulado, otro liso estricto, otro recogido…debe ser por eso por lo que ha contagiado su estilo a millones de mujeres, entre otras a Michelle Obama o la oscarizada Jennifer Lawrence, que como la que lleva una estampita de San Pancracio le enseñan al peluquero la última foto de la modelo para que obre el milagro con la tijera.

Evidentemente, yo no me parezco nada, nada, a Karlie (ni en altura, ni en belleza, ni en juventud…) pero hace más de un año que me hice el Chop, eso sí sin saber que lo iban a declarar corte del año unos meses más tarde. Mi Chop me lo hizo Carlos Gálico, por su cuenta y riesgo, cuando me planté en su salón y le dije “córtame el melenón, que parezco Rocío Jurado”. Y la verdad es que desde entonces, hace más de 18 meses, me lo he vuelto a recortar unas cuantas veces porque me resulta comodísimo. Tiene la longitud perfecta para recogerlo y transformarlo sin demasiado esfuerzo. Pero tiene sus reglas para que resulte It sin caer en el obsoletismo de la melenita de toda la vida, de eso que los peluqueros llaman el Bob alargado y que Defazio ha sabido reciclar con maestría en la cabecita de Karlie. En el reportaje que Vogue USA le dedicó a la top y su nuevo look, la Kloss contó que se había inspirado en las actrices más sexys de finales de los sesenta, como Jane Birkin o BB (chica lista, sin duda). 


Pero ¿cómo consigue reciclar su chop con tanta contundencia? El secreto está en los productos de styling, en utilizarlos con tino. No sé exactamente cuáles son los cosméticos favoritos de Karlie para acicalarse el cabello, pero sí cuales son los míos. Ondulado por naturaleza, a mí me gusta que mis ondas floten en libertad y tengan vida propia, sin los acartonamientos ni rigideces que a veces dejan algunos productos (lo que se conoce como efecto crunch, como el sonido que produce la famosa chocolatina al morderla). Cuando estoy al borde del mar, no necesito más que lavármelo con un buen champú (mi favorito es el voluminizador de Secretos del agua, 19,50€) y acondicionármelo suavemente (soy una friki de Be curly de Aveda, 26€ aprox.); después, no tengo más que esperar que la brisa marina y el secado al aire libre vayan formando mis ondas, que a menudo se transforman en bucles, en tirabuzones que parecen hechos con tenacillas. Pero el chollo se acaba cuando abandono la playa. 

Sigo teniendo mis ondas, pero las tengo que cultivar con más esmero para que sean surferas estando lejos del mar. Cuando no tengo tiempo, me aplico Xtend Keratine Reparative Spiral Gel de Simply Smooth, que contiene keratina natural y colágeno y consigue que las ondas no se disparen ni se encrespen (14,46€, solo se vende por internet, en www.lisosyondas.es). 


En invierno, cuando el frío arrecia y el secador (con difusor, por supuesto) se hace necesario, sobre el cabello húmedo me rocío Spray à porter de Kérastase (27€. En peluquerías), cuya fórmula con un toque de agua marina tiene la ventaja de que es también termoprotectora. 


Si veo que el brillo decae, me aplico también unos toques de Fiovaranti Spray de René Furterer (13€ aprox.) también con el pelo húmedo, que además de aportar luz, me ayuda a desenredarme. 



¿Y para refrescar mi Karlie surfero a diario? Tengo dos favoritos en mi lista: Surf Spray de Bumble and Bumble (23€ aprox.) pionero en esto de emular las ondas surferas; y Deepsea Foundation de Shu Uemura (30€ en salones especializados), una bruma de peinado que revitaliza cualquier chop ondulado. 

¿Y para las versiones en liso? Me gusta mucho, y es muy asequible, la gama Hidra-Liso Fructis Style de Garnier

¡Feliz corte Chop, feliz verano!

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