La primera vez que salí de España acabé, sin pensarlo, en París. Aquel viaje fue una de esas locuras de juventud que, con el paso de los años, se recuerdan con cariño . Me fui con un amigo unos días a l’aventure. Se suponía que íbamos a los Picos de Europa. Y fuimos. Después decidimos acercarnos a Santander para dar una sorpresa a una amiga. Tras las dos primeras paradas y, ya que estábamos “por la zona”, nos acercamos a San Sebastián. Una vez allí, entre pintxo y pintxo, demostrando nuestros grandes conocimientos de geografía, pensamos que, como estábamos muy cerca de la frontera, podíamos ir a París. Total, no debía estar muy lejos. Y, del tirón, en coche, nos hicimos los 826 kilómetros que separan la capital donostiarra de la Ciudad de la Luz. Ahí es nada. En dos días pateamos sus calles, nos hicimos todas las fotos del mundo y volvimos con las fotos ya reveladas para que el resto de amigos se creyeran que habíamos estado allí.

Desde entonces han pasado muchos años y muchos “Madrid-París” en mi vida. Pero siempre que visito la capital francesa vuelvo con algún descubrimiento: un rincón, un libreria, una terraza, una brasserie, un jardín… Nunca me da pereza ir, aunque sea ida y vuelta en el día, siempre merece la pena. La última vez que estuve, hace un par de semanas, fue para celebrar el treinta cumpleaños de “París”, la fragancia que en 1983 Yves Saint Laurent encargó a Sophia Grojsman, una jovéncisima nariz bielorusa que no había visitado nunca la ciudad. Cuando me invitaron, acepté de inmediato. Soy de las que nunca dice que no a París y menos si es para festejar algo. Y, en este caso, la celebración era muy especial, también me devolvía a mi juventud. Porque París, y ahora hablo del perfume, tiene un simbolismo especial para mí.

Mucho antes de dedicarme al periodismo de belleza, incluso antes de dedicarme al periodismo a secas porque debía de estar en primero o segundo de carrera, el primer perfume que compré en mi vida fue Paris. No era para mí, yo no podía permitirme esos “lujos”, pero mi hermana mayor lo usaba, y yo, a veces, se lo robaba a escondidas. Unas navidades, decidí recompensar esos pequeños hurtos y regalarle un frasco de su perfume favorito. Me encaminé a unos grandes almacenes y descubrí que había unas cestas maravillosas que incluían, además del perfume, la línea de baño al completo. Me chiflaron, pero cuando vi el precio pegado en el papel celofán que envolvía aquellos productos casi me desmayo. Pensé que mi hermana tenía unos gustos carísimos pero que, si no la más grande, podía, a costa de los regalos del resto de la familia, comprarle una mediana. Y así lo hice. Le chifló y ahora, casi 30 años después, cada vez que un “París” de Yves Saint Laurent cae en mis manos, acaba en las suyas. Ya es una tradición.

Ahora entenderéis porque me hizo especial ilusión este último viaje que compartí con otras dos periodistas españolas. El viaje fue un homenaje a Saint Laurent: cenamos en una de sus brasseries preferidas, “La Coupole“, comimos en el restaurante “Jules Verne” situado en el piso 123 de la Torre Eiffel, visitamos el estudio del modisto en su Fundación y charlamos con Sophia Grojsman treinta años después de que crease el que hoy es uno de los grandes clásicos de la perfumería mundial. Pero de todo ello os hablaré en otro post

Fotografías: María Eugenia León

6 Comentarios

  • Jaione
    Posted 21 June, 2013 12:51 am 0Likes

    Me ha encantado la entrada!
    Yo me tengo que poner con el francés, cuando aprenda iré a París y mientras tanto me acercaré a una perfumería a oler el perfume Paris por que tampoco lo conozco.
    Un besazo

  • Katisa Mac
    Posted 21 June, 2013 1:55 am 0Likes

    El primer viaje que hice con mi chico fue a Paris, y se me quedo marcado, el lugar uno de mis suenos desde nina. Aun me quedan sitios por descubrir de Paris y espero poder volver pronto porque es una ciudad como magica. No he tenido la suerte de probar el perfume pero tiene que ser exquisito. Besos y siempre nos quedará Paris

  • Nero Beauty
    Posted 21 June, 2013 2:00 am 0Likes

    Que historia tan entrañable Ma. Eugenia; para mí, mis hermanas son…en fin.
    Utlicé París hace mucho tiempo y fue un perfume muy especial, después llegaría una edición limitada de In Love con una tapa de corazón preciosa que guardé como pisapapeles y por último Baby Doll. Desde esa no volví a usar ningún perfume de YSL; creo que echo de menos a "Monsieur Saint Laurent".

  • Ines Rocha
    Posted 21 June, 2013 9:41 am 0Likes

    Que bonitos recuerdos!!
    Con 18 años,fue mi primer perfume,y todavia sigo teniendo un frasco en el tocador!!,
    Gracias!!,

  • Maria Luisa
    Posted 21 June, 2013 12:41 pm 0Likes

    No conozco el perfume.
    Debe oler de maravilla.Bonita entrada
    Besos

  • Tamara
    Posted 21 June, 2013 3:15 pm 0Likes

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