Recuerdo cuando los días próximos al cambio de estación se caracterizaban por lo que los expertos en metereología llaman temperaturas suaves. Recuerdo cuando bastaba con anudarse a la cintura un fino pullover para estar protegido contra las leves variaciones del mercurio. Y lo recuerdo con cierta nostalgia porque el entretiempo ya no es lo que era. Ahora, el lunes amanece con 2º C y el martes con 31º C y nieva, llueve, graniza y hace un sol de justicia, todo a la vez. No sé si será el cambio climático o una nueva y genial maniobra de la industria textil para vender a la sazón el sobrante de la temporada de invierno y las novedades veraniegas. Puede ser también que los genios del márketing hayan creado sin decir ni pío una nueva estación, de gracia primavierno, para poder encasquetarnos toda una nueva selección de productos que se ajusten a los imprevisibles cambios climáticos. 

Durante este extraño periodo coexisten en el mismo espacio y tiempo los abrigos largos, los jerséis cuasinvernales y la manga larga con las sandalias, los shorts y las camisetas de tirantes. ¡Qué locura! Uno no sabe qué outfit elegir para salir de casa. Si pecas de precavido, te tuestas como un pollo asado y te pasas el día cargando con el exceso de ropa. Pero como se te ocurra apostar por un look más fresco, puedes quedarte pajarito cual Terminator en nitrógeno líquido. Y es que al sol, en una terracita, se está de maravilla, pero como una nube se cruce en el camino de Lorenzo, lo único que te salvará la vida será un chocolate caliente, unas castañas asadas o meter los pies en un barreño de agua hirviendo. Aunque lo peor es cuando el entretiempo espera a que quiten la calefacción central y entonces se cuela por la rendija de la puerta de casa, convirtiendo el hogar en una réplica de la Antártida en invierno. De ahí que la frase más repetida por las madres sea “hijo, no guardes todavía el nórdico, que quedan días de frío”, o sea, la versión moderna de “hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”. 


Por eso, durante estas enormes excursiones térmicas recomiendo precaución con la utilización indiscriminada de los cosméticos con efecto frío-calor. Si eres capaz de sincronizar los cambios de temperatura corporal con los vaivenes del entretiempo, perfecto. Pero como no lo logres, corres serio peligro. Ya os digo, en esta época hay que andar con mucho cuidado. De hecho, yo había quedado para tomar unos vinos en Lavapiés, pero como está granizando y a la vez el termómetro virtual de mi móvil marca 40º C a la sombra, he decidido montarme en casa una cata de Matarromera, mi Ribera del Duero favorito. Eso sí, he guardado las copas y he descorchado sus nuevos caldos for men porque Esdor, la división cosmética del grupo vinícola, ha lanzado un línea para nosotros. 


Es rica en polifenoles, unos antioxidantes naturales que se encuentran en la piel y las pepitas de las uvas, principalmente en la variedad Tempranillo. Y son buenos para todo: neutralizan los radicales libres, proporcionan una potente acción antiinflamatoria, frenan el envejecimiento celular, mejoran la elasticidad y protegen contra las agresiones externas. De momento, son tres los productos que componen la gama: una crema hidratante (23,90 €), un contorno de ojos en roll-on (17,90 €) y un bálsamo para después del afeitado (19,90 €). Conque sean la mitad de buenos que el vino, me doy por satisfecho. ¡Salud!

4 Comentarios

  • Ines Rocha
    Posted 9 May, 2013 10:54 am 0Likes

    Yo,se los voy a hacer probar!!!,

  • LunaFuego
    Posted 9 May, 2013 11:22 am 0Likes

    ¡¡¡Qué risa!!! El tiempo si que está loco. A mi lo que me mata es que en los centros comerciales aun no han quitado la calefacción y es llegar a ellos y empezar a despelotarse. DEsafortunadamente con este entretiempo se impone el look cebolla e ir cargando con ropa. Un planazo!!! Besitos.

  • Tamara
    Posted 9 May, 2013 12:29 pm 0Likes

    Aggg estoy harta de este tiempo!!! Quiero solllll
    http://comounaprincesasintonterias.blogspot.com.es/2013/05/navy.html

  • King of Pop
    Posted 10 May, 2013 9:06 am 0Likes

    La uva es como el cerdo, se aprovecha todo.

    Por cierto, esa nube que se cruza en el camino de Lorenzo se llama Marc Márquez juas juas juas.

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