Menos mal que estamos aquí los del blog este para cuidar de vosotr@s, porque si no… Mira que os hemos dicho veces que lo de cuidar la piel es algo que hay que hacer durante todo el año y no solamente en verano. Sí, sí, ya sabemos que el sol es muy chungo para la dermis y la epidermis, pero es que el frío y el viento también lo son ¡No seáis tan listos, que sois unos listos, que os creéis que lo sabéis todo! Que seguro que algún@ ya ha pensado: “Pero si en invierno llevamos la piel a cubierto…” Ya ¿Y la cara? ¿Y las manos? ¿Y el cuello? ¿Y los pies?

– Oiga ¿Cómo voy a llevar los pies descalzos en pleno invierno? 
– Yo que sé, que hay gente pa´tó como decía Rafael “El Gallo”. Vete tú a saber. 

El caso es que como las manos y la cara carecen de glándulas sebáceas, que eso lo sabe todo el mundo, pues se descaman más fácilmente que, por ejemplo, la espalda o el culo. 

– ¿Está usted seguro de eso? 
– No. 
– Ah, vale. 

A lo que voy es a que para evitar que por el azote de los elementos se nos pelen las manos y la cara tenemos que protegerlas con cremas de factor de protección alto, lo mismo que hacemos en verano. 

– Es que yo no me pongo crema de protección en verano tampoco.
– Pues es usted un poquito tont@. 
– Sí, algo se viene comentando al respecto. 

Para seguir con las recomendaciones os diré que los cambios bruscos de temperatura pueden causar rojeces y eso queda fatal. Así que intentar evitarlos. Sé que es difícil, porque si vienes de la calle y entras en un local con calefacción… Pero las cosas son como son. Yo las digo y luego ya cada uno… Si por ejemplo vienes de la calle donde la temperatura es de 3 grados y vas a ir a un restaurante, porque has quedado con una amiga del cole que se llama Carmen Lourdes Osorio a la que hace muchos años que no ves y que, la verdad, siempre te había parecido un poco cursi y ciertamente tonta del culo, pero como te ha llamado en un momento en el que te ha pillado blandit@, has cedido absurdamente y te has citado para comer, aunque te apetece una mierda, pues puedes antes llamar al restaurante y decirle al maître: “La reserva es para las dos, pero a las dos menos cuarto bájeme la temperatura del local a 10 grados y luego, poco a poco, la va subiendo hasta los 22. Es para que no me sufra la piel y no me salgan rojeces”. Lo normal es que al maître le apetezca mandarte a la mierda, pero como será educado, te dirá que no lo puede hacer por normas del local. Entonces tú te lo comerás con patatas, llegarás helad@ de frío, te encantará entrar por fin a un local calentito, te quitarás el abrigo, el gorro y los guantes y te saldrán rojeces. 
Otra cosa que hay que hacer es darse cacao o algún hidratante en los labios y no humedecerlos con saliva, porque eso hace que se resequen más ¿Por qué lo sé? Pues porque lo he hecho y se me han resecado más. 
Si tenéis la sana costumbre de ducharos todos los días, intentad no hacerlo con agua demasiado caliente, aunque apetezca, porque el agua a excesiva temperatura remueve el manto hidrolipídico y no querréis que la gente lo note y vaya diciendo por ahí, “mira es@, se le ha removido el manto hidrolipídico”, porque eso sería fatal. Es mucho mejor tomar baños rápidos y con el agua tibia y ya de paso si podéis utilizar jabones que respeten la estructura química de vuestra piel, mejor que mejor. 

Señorita quiero un jabón que respete la estructura química de mi piel. 
– ¿Y cuál es la estructura química de su piel? 
– Pues… pues… 

Deme ese de ahí, el del bote verde. Ya para acabar, aunque podría estar dando recomendaciones durante páginas y páginas os dejaré un último consejo: Intentad no vestir prendas demasiado ceñidas durante el invierno, porque suelen impedir la buena transpiración de la piel y eso también es perjudicial. 

Yo es que soy buzo y un traje de neopreno así holgadito pues como que no
– Ya, pues te jodes, a la larga tendrás una piel de mierda.

1 Comentarios

  • Ines Rocha
    Posted 13 December, 2012 12:56 pm 0Likes

    Me apunto todos los consejos,algunos los desconocía y son prácticos !!!!Sobre todo el de la ropa ceñida !!!!

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