A la vuelta del verano recibí un encargo especial de la revista Harper’s Bazaar. Comprobar los resultados de un nuevo tratamiento facial antiaging para publicarlo en el número del mes de octubre de la revista. Por supuesto dije que sí. Lo hice, se publicó y ahora, para las que os perdistéis ese número de Harper’s os voy a contar en qué consiste. Se trata de un potente tratamiento antiedad en el que se han unido tres especialistas en la lucha contra los signos de la edad: una marca de aparatología estética, LPG; una cosmética, SkinCeuticals, y un centro de belleza: el de Carmen NavarroEn la primera sesión, Raquel, la terapeuta, me confirmó que el verano había dejado algunos recuerdos en mi rostro: una manchita por aquí, una arruguita por allá. Eso sí, también dijo algunas cosas positivas: la zona de la frente estaba bien; los pómulos no se me marcaban, pero es porque tengo la cara muy delgada; en la zona peribucal es dónde más arruguitas había -si es que me rio demasiado-; me faltaba luminosidad y sobre todo era necesario hidratar, hidratar e hidratar. Nos pusimos a ello inmediatamente en una camilla enorme, con ordenador incorporado, que tras las indicaciones de Raquel iba decidiendo cómo trabajar cada zona de mi rostro: qué cabezal había que utilizar, dependiendo de si lo que se buscaba era redensificar, reafirmar o drenar; cómo debía aplicarse y durante cuánto tiempo. 
Los cabezales  realizan una especie de micro-pinzamientos, hasta 16 por segundo, que reactivan el funcionamiento natural de las células seleccionadas y eso se traduce en una mejora del estado de mi rostro. Durante una hora aproximadamente se alternaban los micromasajes mecánicos de Endermolift con los masajes manuales con las cremas, lociones y mascarillas de SkinCeuticals. El tratamiento no resultó nada molesto ya que ni duele, ni quema, es más, fue bastante agradable.Según Carmen Navarro el tratamiento completo consta de seis sesiones iniciales y después con una de mantenimiento cada mes o mes y medio basta para mantener los resultados, siempre que una se cuide bien en casa. Entre Carmen, Raquel y yo decidimos ir a por todas y, a razón de tres por semana, en menos de quince días había terminado mi “experimento”. El balance: positivo. Ha superado mis expectativas, teniendo en cuenta, claro, que milagros… los justos. Sin milagros y frente al espejo mi rostro está bastante mejor que antes de empezar el tratamiento. La piel está mucho más jugosa, firme y luminosa, los surcos se han difuminado un poco, igual que las arruguitas. De hecho algunas ni se ven, el tono es más uniforme y… hasta tengo pómulos. Los resultados se notan desde el primer día pero van in crescendo sesión tras sesión. Cada sesión dura alrededor de 70 minutos y cuesta entre 90 y 100€. Creo que es estupendo para realizarlo de cara a las próximas fiestas.

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