Lo de la burbuja económica de este país no empezó con el ladrillo, empezó con las bodas. Sí, sí, no pongan esa cara ¡Empezó con las bodas! Antiguamente la gente se casaba como podía, incluso con vestidos prestados, el menú no pasaba de unos entremeses variados, unos espárragos dos salsas y una ternera jardinera. Ah, y de postre una tarta al whisky. Los invitados pedían las sobras para el perro y se tiraba un poquito de arroz a la salida de la ceremonia, si acaso, pero un poquito, no kilos y kilos como ahora, que hasta después se podría hacer la paella de Villa Arriba y Villa Abajo.
¡Señoras y señores, la ruina de este país ha venido de la mano de las bodas! ¿Cómo es posible que las novias se gasten tal dineral en esos vestidos de princesas, blancos como espuma de afeitar (sé que el símil no es muy poético, pero siendo este un blog de belleza, como que pega) que nunca más se volverán a poner y ni siquiera lo arreglarán cortando la falda y haciendo una prenda más “ponible”, porque cantará que te cagas a vestido de boda “arreglao” y eso degrada mogollón…? ¡Un despilfarro para un rato, eso es lo que son las bodas, un despropósito pecuniario! ¡Esas tiaras a imitación de las que llevaban las reinas en la antigüedad, con más brillantes que las chaquetas de Michael Jackson… ! Y esos tejidos tan sofisticados, que si seda salvaje, que si organdí, que si tul, que si tal… ¡Por dios, por dios, con lo apañada que es la pana o el poliéster o el tergal, si el evento fuese en verano!
Y yo no digo que no haya que casarse, que está muy bien y es un día muy especial, pero deberíamos hacerlo de un modo más sencillo, más barato en definitiva, que seguramente también quedaría en nuestra memoria grabado como un día maravilloso y crucial en nuestra vida. Yo, por ejemplo, posiblemente, lo haría en chándal. Uno bueno, eh, de los de vestir, no se vayan a pensar que elegiría uno cualquiera de los de ir a jugar al frontón, no, elegiría uno bonito, posiblemente bicolor. Y mi mujer, pues seguramente vestiría un vestidito mono, de tirantitos o palabra de honor, cómodo, fresco o una camiseta de esas que llevan leyendas graciosas, que las hay muy bonitas. Y de ponerse tiara o tocado nada de nada. Los tocados, que los hay que flipas, tipo años veinte con perlitas y plumas, tipo Jackie Kennedy, tipo goyesca… O tipo sombrerito enano, que digo yo que de ponerte gorro te pones gorro, pero esos gorritos enanos… es que yo alucino en colores. En fin, debe de ser que no soy yo muy de complementos.
Todas estas cosas se me han venido a la cabeza porque he entrado en una página web de vestidos de novia. No sé por qué, la verdad, pero es lo que tiene esto de la red, que te pones a navegar y no sabes nunca a qué puerto llegarás. Y he flipado con los vestidos y los complementos y sobre todo con los precios. Es que se aprovechan con eso de que es un día único y que nos volvemos locos. “Hala, como es un día en la vida…” ¡Coño, también es un día en la vida y también muy importante cuando nace un hijo y no te gastas 3000 euros en una bata para estar en el hospital y 300 en unas zapatillas! Es que se nos va la cabeza, de verdad, que se nos va.
Y no entro en lo del regalo, bueno sí:
- ¿Qué les regalamos al Jose y a la Vane para la boda?
- No sé ¿50 euros?
- ¿50 euros? ¿Tú eres tonto? Cincuenta euros es una mierda, si sólo el menú, por dónde lo celebra, le debe de costar como mínimo 150 por persona.
- ¿Y entonces para qué preguntas? Dale lo que quieras.
- No, lo que quieras no, que parece que es que me gusta tirar el dinero, Juan Antonio, pero las cosas son como son.
- ¿Y por qué no lo celebra en un bar y nos tomamos unas gambas y a tomar por culo? Porque pagándolo los demás también invito yo en el Bulli, no te jode.
- Ay, hijo, qué carácter tienes. No te aguanto, es que cuando te pones así, no te aguanto ¿Bueno, cuánto le damos?
- Que yo qué sé, que le des lo que quieras…
- Pues 300 y ya está. A ver dame un sobre.
- ¿Pero qué sobre? Yo qué sé dónde hay un sobre…
- ¡Ay, de verdad, no te aguanto, Juan Antonio!
Pues eso, lo dicho, que como sigamos casándonos así el gobierno va a tener que inyectar dinero público en “Salones Lady Legan´s” y “Bodas y Banquetes Venecia” (consultar precio menús) yo ya aviso.
6 Comentarios
Kitty
Tienes toda la razón! No llegaría al extremo del chándal pero apoyo el resto!
Chapeau!
Ana Ruiz
Aun me estoy riendo!!! yo tengo una boda mañana y otra la semana que viene! La conversación para el regalo la has clavado.
Anonymous
El domingo estuve en una comunion con "fragata" y todo, es que se nos va la cabeza. Pues de mayor mandarlo a la mili y os ahorrais una pasta si os molan los uniformes
antonio
Yo ya pasé la etapa de que se casaban mis amigos, y ahora todavia no he llegado a la que se casan los hijos de mis amigos, pero para ese "entretiempo" tengo una salida muy buena: Oye, que me caso, iras, no??? "QUE TE CASAS??? TU ERES TONTO CHAVAL, YO NO VOY A SER COMPLICE DE ESO. NO VOY"
Y arreglado sin sangre.
Kurruskita-K
Una fantástica combinación de bajo porcentaje de amigos y familiares a favor del matrimonio + vivir fuera cuando se casaron la mayoría de los que sucumbieron hace que en mis 37 primaveras haya asistido únicamente a cinco bodas. Dos de ellas de familiares cercanos (ineludibles).
Y la falta de niños en mi familia reduce la cuenta de comuniones a una…
Realmente no soy consciente de lo afortunada que soy hasta que leo conversaciones como la del artículo y entiendo lo que pasan mis compañeros de trabajo con sus grupos de amigos y sus familias extensas cuando tienen ocho bodas en un año, jeje.
Anonymous
A mi lo que mas me flipa son esas bodas que en la invitación te indican un numero de cuenta para que les metas pasta…. Lo del sobre esta anticuado. Una amiga mía se hizo hasta una pagina web para contar el acontecimiento y luego colgar el video y las fotos…. Te libras de la ceremonia con mil excusas y lego te cuelan la historia en versión 2.0…..debe ser para lucir el vestido de tres mil €…. La gente esta toly…..