Desde que estoy en esto del mundo de la belleza, que no es mucho tiempo, aunque dada la solvencia y la maestría con las que me muevo por él, parezca que llevo toda la vida, no dejo de sorprenderme. Me cuentan que hay una especialidad dentro de la propia especialidad de la medicina estética, que se llama “Ginecoestética”, que no se ocupa de otra cosa más que del rejuvenecimiento vaginal. Sé que el tema daría para mucho chistecito soez y guarrón, pero yo no voy a caer en la tentación. Tod@s conocéis que mi capacidad intelectual es altísima y no necesito caer en chabacanerías. 
A lo que vamos. Resulta que, sobre todo en EEUU y ahora en Argentina sobre todo, aunque en Europa también se practica, muchas mujeres van a la clínica de estética a que las recompongan el chirri. Y lo hacen por motivos variados, bien porque los labios se les han quedado como los faldones de un mantel o bien porque los tienen más arrugados que el bandoneón del que acompañaba a Gardel. A mí me parece bien que lo hagan, que conste. Uno mismo con su mecanismo. Pero habrá casos en los que casi sea mejor dejar las cosas como estén, más que nada por la uniformidad y coherencia de todas las chichas del cuerpo. Vamos a ver, si una mujer ya mayor, porque claro esto no se lo va a hacer una chavala de dieciocho años, va a la clínica y se rehace el puturrú, pero le quedan bamboleantes y arrugadas el resto de las carnes de su cuerpo, pues como que va a cantar mucho. Incluso puede hasta hacer feo. Tener todo a punto de caducar y semejantes partes pudendas como las de una “Nancy”, no parece pegar mucho. Más bien parecerá que a la señora se le ha muerto el potorro y le han tenido que hacer un trasplante de una donante mucho más joven, la pobrecita. No sé, no sé si lo veo. 
La operación cuesta un huevo (lo digo así por hacer también algún símil masculino y que no digan que…) así que en el caso de Argentina, al estar los cirujanos plásticos sacando petróleo de este tipo de operaciones, están empezando a preocuparse por si la Sra. Kirchner les nacionaliza las clínicas. 
Pero la “Ginecoestética” no solamente se preocupa por el estado de la papaya, también lo hace por el grado de satisfacción sexual de las clientas. Para incrementar el placer durante el coito han inventado la siguiente técnica: Te ponen un chute de ácido hialurónico en todo el punto G, que se te pone el propio punto como una madeja de lana de hacer jerseys. El ácido en cuestión es ese que aplican también para inflar los pómulos y que hace que al final todas las operadas de la cara se terminen pareciendo, así que imagínense. Ahora, que una vez que te han puesto la inyección esa el placer debe de ser de flipar. Me viene ahora a la memoria la letra de una chirigota de Cádiz que en el Carnaval de hace algunos años cantaban los “Alegres Divorciados” y que decía así:

 “Mi vecina Carmeluchi 
dice que no entiende bien 
lo que dicen las revistas 
más feministas 
acerca del punto G. 
Diez años lleva casada 
y no ha notado ese punto G. 
Llamó al marido, 
se echó en la cama abierta de piernas 
y el marido que es muy bruto 
quiso meterle hasta la linterna. 
Aquí tienes el puntito, 
ya sé por qué no lo notas, 
pedazo de analfabeta
Es que lo tienes escrito con J”

También las técnicas desarrolladas por esta modalidad medico-estética soluciona otros problemas femeninos como, por ejemplo, la sequedad vaginal, cosa que es fatal también a la hora de hacer el acto. Las mujeres que sufren esta molestia pueden llegar a sentir dolor, así que si se puede evitar, mejor. Para remediar este problema, los “ginecoestéticistas” han inventado una técnica consistente en el uso de plasma rico en plaquetas. Lo obtienen a partir de la sangre de la propia paciente. Se filtra y se aplica en la mucosa vaginal y así se estimula la segregación de elastina y el colágeno que es lo que hace que el canal vaginal esté engrasado. Yo solo espero que la maniobra se lleve a cabo como tratamiento durante un periodo de tiempo anterior al momento en cuestión y prudencialmente, porque como lo tenga que hacer la propia mujer justo antes del tema, entre lo de la sangre y los tejemanejes, las ganas se les van, seguro. 
Cariño, no me beses más, que me tengo que sacar un poco de sangre, filtrarla y aplicármela en la mucosa del canal vaginal para empezar a segregar colágeno. 
– Mira, casi lo dejamos hasta el sábado que viene, que me ha entrado un sueño…
¡Egoísta! Mírale, y ya está roncando

4 Comentarios

  • rog
    Posted 20 April, 2012 4:38 pm 0Likes

    La semana pasada que me la pasé llorando porque tenia que entrar a quirófano del miedo que tenia y la gente "pa" arreglarse el temita ni se lo piensan. Gracias por sacarme la sonrisa que falta me hacia.

  • Hanixie
    Posted 21 April, 2012 4:20 pm 0Likes

    Estoy llorando pero de risa. Por dios Juan Luis! ji, ji, ji, ji… que bueno…

  • Unknown
    Posted 23 April, 2012 9:51 am 0Likes

    jajjajajaja, "como el faldón de un mantel". Genial

  • ro
    Posted 24 April, 2012 9:32 pm 0Likes

    Jejeje. Lo que me he reído…

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