Hay dos cosas que hacemos las mujeres cuando nos hallamos ante uno de esos momentos circunstanciales de cambio, emocional, material o personal. O nos vamos de shopping o nos cortamos el pelo. Lo bueno de irse de compras es que si algo no te cuadra cuando llegas a casa y te miras puntillosamente frente a tu espejo (que hay que decir que el espejo domiciliar es parte de nuestra imagen y dice o desdice aquello que el de las tiendas acentúa o esconde), pues vas y lo cambias o se lo regalas a alguien porque a ti te queda tan estridente como a Rajoy teñirse el cabello de caoba y dejarse la barba blanca como Papa Noel, con lo interesante y natural que estaría con las canas al aire (y que alguno de sus asesores de imagen debería decírselo). Con los cortes capilares, si la pifias, no ocurre lo mismo; aunque el pelo crece, hasta que lo hace pasan un par de meses, largas semanas en las que una tiene que convivir como puede con el disgusto de los excesos o defectos de la tijera. Cortarse el pelo es una decisión muy seria, sobre todo cuando una quiere cambiar de imagen sin cambiar de personalidad, o quiere ser otra siendo la misma, o quiere dominar su melena sin someterla a los designios de la moda porque sí, o simplemente cuando, como en mi caso, la melena es espectacular pero ingobernable como la torre de Babel. 
Soy muy escrupulosa con mi cabello, lo amo profundamente. Quizás por eso había prolongado en exceso la longitud de mí melena. Vista por detrás, resultaba espectacular; palpada en toda su extensión, virgen, sedosa y tentadora; devuelta por el espejo domiciliar, me daba la sensación de estar viendo a Rocío Jurado o a la Pantoja. Y yo soy muy folkclórica, pero más salvaje y primitiva en lo capilar. Así que tras tomar la decisión de cortar, tenía que buscar quien me lo hiciera con destreza y maestría, esas manos que supieran manejar la tijera al mismo tiempo que soportaban mis gruñidos, puntualizaciones y deseos; los domesticara con ternura y me reconciliara con mi espejo sin condiciones; bueno, con una: “quiero lavarme el pelo, darme unos toques de espuma, bambolear la cabeza y no tener que hacer nada más que atusármelo con los dedos para estar impecable”. Un reto que pasaba por saber dar el tijeretazo con precisión para dominar el volumen de mi densidad y la forma de mis ondas. Por mi profesión, conozco a muchos artistas del cabello, casi todos han querido meterle mano a mi melena, pero lo han conseguido muy pocos. Porque dicho sea de paso y sin pelos en la lengua, un peluquero con una tijera en la mano tiene más peligro que los neocon recortando el déficit del Estado por donde resulta más fácil, no mejor. Y es que cortar el cabello no supone solo disminuir la longitud, sino dominar el movimiento natural de cada melena teniendo en cuenta su personalidad y sus posibilidades. Hay que saber dónde, cómo y con qué recortar para no agredir el estilo propio, sino acentuarlo, vivificarlo y algo aún más importante: rejuvenecer a quien lo porta. Yo quería un corte a medida, un vestido de alta costura, no uno de confección estándar. Quería técnica e imaginación al mismo tiempo. Sin desmerecer a nadie, caí en la cuenta de que ambas características, a las que había que sumar una tercera habilidad (la de hacer muy buenas fotografías), las reunían las manos de mi amigo Carlos Gálico, que como él dice: “conozco tu pelo desde hace más de 28 años”. Muy cierto, porque se lo presenté por primera vez cuando por encargo de una revista de peluquería, cuando era una reportera pipiola, desmelenada e intensamente pelirroja, le hice una entrevista sobre su trayectoria profesional. Aprendió a ser el rey del volumen y el corte con el mejor: Vidal Sassoon, allá por los años 70’s, en ese Londres que rezumaba modernidad y conquistaba al mundo. Se trajinó la maestría en Alemania y regresó a la patria para montar su propio negocio, cuyos frutos actuales son cuatro peluquerías en Madrid y un hijo que le sigue los pasos (en un salón ajeno a la familia para no discutir con papá) y, que todo hay que decirlo, ha conquistado la melena de mi hija Candela, otra narcisista de su pelo (que quien a los suyos se parece, honra merece). 
De regreso al hoy, cuando vi como Carlos me despojaba de más de 20 cm. de largura capilar no pude reprimir un “a ver qué haces”, seguido de “un no te pases que saco el florete y te ajusticio”. No me hizo ni caso. Él, a lo suyo, haciendo oídos sordos a mis amenazas, hablándome de lo divino, lo humano y de filosofía. Yo tiritando; él cortando. Cuando le dio tregua y descanso a la tijera, sólo me aplicó spray texturizador, me toqueteó algunos mechones con los dedos y me dijo: ¡ya está! Sólo me resta decir, que aquí os traigo el documento gráfico del cambio, el antes y el después. Y alegar que estoy feliz con el después y, según comentarios ajenos, más joven y favorecida que con el antes. Por cierto, las fotos son de Carlos. Y si os estáis preguntando cuánto cuesta el recorte justo y a medida, os aclaro que por 45 euros se obra el milagro. (www.carlosgalico.com)

5 Comentarios

  • Jaione
    Posted 16 January, 2012 12:21 am 0Likes

    Tienes un pelo precioso, pero yo también te veo mejor ahora. Un beso!

  • MC
    Posted 16 January, 2012 12:47 am 0Likes

    La verdad es que te ha quedado estupendo, me gusta más ahora. Por cierto, alguna recomendación de peluquería en Barcelona? Llevo buscando una buena mucho tiempo…

    Saludos!

  • Silvia Quirós
    Posted 16 January, 2012 10:59 am 0Likes

    Te queda fenomenal! estas super guapa! yo también soy un poco especialita con el pelo! me costó muchos años llegar a cortarme el pelo, pero llevo ya un par de años con el pelo corto y la verdad es que me gusta mucho, aunque como todo en esta vida ya me empieza a cansar y me lo quiero dejar crecer! gracias por compartir tu experiencia, un beso

  • Begon69
    Posted 16 January, 2012 11:13 am 0Likes

    Me gusta mucho el cambio!!! yo con el año nuevo hice lo mismo, pero más corto, sólo que mi pelo cuando está largo es muy ralo y crece de una forma desigual; ahora estoy encantada, más volumen y termino en un pis-pas.
    Besitos!!

  • Andrea | Paginas web colombia
    Posted 16 January, 2012 7:10 pm 0Likes

    Te queda espectacular ese corte mas juvenil y radiante, realmente buen cambio.

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