Es lo que aseguran los últimos estudios, con los que, por supuesto, no estoy en absoluto de acuerdo. No es que la masculinidad esté en crisis, lo que pasa es que, de un tiempo a esta parte y por fortuna, el concepto de “lo masculino” ha dado un giro de 180º. No hay más que ver el desfile de otoño-invierno 2011 de la diseñadora más punki del momento, la británica Vivienne Westwood, que apuesta por hombres con los labios pintados de rojo carmesí. Personalmente, la idea me horroriza, pero me parece estupendo que se haya hecho esta propuesta estética. Eso es la libertad. A lo mejor dentro de unos años es algo habitual y todos llevamos encima una barra de labios o unas sombras de ojos para darnos un retoque.
Hace unos lustros, y se me apuras unos años, un hombre con el cuerpo completamente depilado era de todo menos masculino. Sin embargo, ahora no lo vemos como algo tan raro. ¿A que nadie duda de la masculinidad de Cristiano Ronaldo cuando, tras meter su enésimo gol, se descamisa y, además del atlas de músculos abdominales del que hace gala, desconocido para la gran mayoría de los mortales, muestra un torso libre de vello? Hasta hace bien poco, lo hubiesen tirado sin pestañear al pilón del pueblo. Hoy, en cambio, es ídolo de masas, icono para muchos y modelo a tiempo parcial.

Si un hombre se teñía el pelo o se daba unas mechas era hippy, gay, pertenecía al mundo del espectáculo o todo lo anterior. En la actualidad, los cambios de estilismo capilar de Fernando Torres o David Beckham son seguidos con devoción, crean tendencia y son copiados por miles de jóvenes sin que nadie se cuestione su orientación sexual. ¿Y qué me decís de un hombre con un bolso? Hasta hace bien poco era territorio exclusivo de las mujeres, con lo cómodos que son.
Y es que siempre que se entra en un terreno que ha estado ocupado tradicionalmente por otros, al principio la cosa chirría. Los estereotipos es lo que tienen, que a base de repetirlos, acabamos por convencernos de que no hay más opciones.

Por ejemplo, las primeras mujeres que se incorporaron al mundo laboral remunerado y empezaron a utilizar pantalones y trajes de chaqueta, o a cortarse el pelo por encima de los hombros, eran tildadas de poco femeninas, en los casos más educados, y directamente de marimachos, por los más reaccionarios. ¿Eran ellas menos femeninas que las tradicionales amas de casa con sus faldas y delantales? Pues no. Estaban abriendo la puerta a un nuevo concepto de feminidad, más moderna, más actual, más real. Desde el punto de vista estético, los tíos estamos viviendo exactamente el mismo proceso.

El modelo clásico de hombre se está diluyendo a velocidades de vértigo. Para ser masculinos ya no tenemos que ser fuertes, insensibles, dominantes, machistas y reducir nuestra rutina de belleza solo al afeitado. Que un hombre se preocupe por su aspecto físico y por la salud de su piel y cabello no tendría que sorprender a nadie en pleno siglo XXI. Ni la coquetería ni el querer gustar a los demás entienden de géneros, son universales. El día que dejemos de etiquetarlo todo en rosas y azules, la igualdad estará más cerca de ser de una realidad. ¿Hay algo más masculino que un padre con su bebé en brazos, dándole el biberón? A mí me parece que no. Y no lo olvidéis, somos pioneros y eso exige un esfuerzo.

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3 Comentarios

  • Kasumi
    Posted 15 April, 2011 12:02 pm 0Likes

    ¿En serio que era necesario hacer un lápiz de ojos específico para hombres?
    Sobre todo teniendo en cuenta que los que ya existen no provocan ninguna reacción alérgica y no va a ser absorbido por la piel.

  • Sol
    Posted 15 April, 2011 1:58 pm 0Likes

    Hola! Me gustaría contactar con vosotros directamente, cómo puedo hacerlo? Muchas gracias!

  • RAQUEL
    Posted 26 May, 2011 8:01 pm 0Likes

    Un lapiz de ojos para hombres?no sirve el de las mujeres?

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