¡Qué digo del planeta, del universo entero! Sí, acabo de regresar de Singapur, un País-Estado-Ciudad situado en el Mar de la China, en una isla en la punta sur del archipiélago Malayo, en el océano Índico. Digo esto porque a todo el mundo le suena lo de Singapur, pero casi nadie sabe situarlo en el mapa. He tenido la suerte de darme un garbeo por allí gracias a que una exclusiva marca cosmética, ya os contaré cual es, posee en la urbe-país un Spa que han querido que vaya a probar, y de paso he catado el pulso de sus tiendas, restaurantes y rascacielos. ¿Qué si me ha gustado? Pues sí y no.
Para mí la ciudad de los rascacielos siempre había sido NY, con su Empire State Building, su Wall Street, su Rockefeller Center, sus tiendas, su Chinatown,….De ahora en adelante, NY ha quedado desbancado por Singapur. No he visto más rascacielos por metro cuadrado en mi vida. Desde luego, para cualquier arquitecto debe ser algo así como la Disneylandia de su profesión. Por cierto, a los limpiacristales no les falta trabajo: todos los edificios están cubiertos de cristales de arriba abajo. Es más, los limpian sin andamios ni ascensores, atados con arneses se desplazan del tejado al parking cristasol en mano haciendo unas exhibiciones nocturnas que quitan el hipo. El edificio más emblemático es el Marina Bay, con tres pilares y un tejado en forma de barco que hace las veces de sombrero, es una de esas construcciones que no te deja indiferente. Tiene una terraza en plan panorámico desde la que se ve todo el skyline singapureño divinamente, pagando 20 dólares (unos 10 euros) por subir en el ascensor que tarda más o menos 3 segundos. Y es que en Singapur se paga por todo, no en vano es la ciudad de las tiendas y el comercio. Porque si edificios no le faltan, tiendas, le sobran. No hay mil, ni dos mil, ni tres mil,…Todo Singapur es un centro comercial. Mires donde mires hay centros comerciales…o restaurantes o hoteles con tiendas y restaurantes. Tanto es así que la mayoría de los hoteles no tienen la recepción con “puerta de calle”; no, está situada a partir de la 5 planta del edificio porque los cuatro primeros pisos están petados de comercios y más comercios.


Moda, joyería, cosmética y electrónica se reparten el botín de espacio, allí tienen representación todas las firmas del mundo y cuando digo todas es todas; las finísimas y carísimas (Dior, Chanel, LV, Prada, Gucci, Armani, D&G, Marc Jacobs, Rolex, Mont Blanc…) y las menos finas y más asequibles (Gap, Banana Republic, Esprit, Benetton y, por supuesto, Zara y Mango). Además, no solo hay una por marca, no, en sólo 300 metros de la Orchard Road (una de las arterias centrales de la cuidad) conté, y no exagero, cinco tiendas de Louis Vuitton, pared con pared, haciéndose competencia las unas a las otras. ¿Qué si vale la pena el viaje para inflarse a comprar barato y hacerse con un fondo de armario digno de Vicky Beckham? Pues va a ser que no, porque son tan caras o más que en Europa o EE.UU. Debe ser por eso que la mayoría estaban casi vacías y que por la calle se veía mogollón de gente, pero con bolsas de plástico cutre, no con esos bolsones de lujo que te dan en cualquier tienda de pro aunque sólo te compres unas bragas. ¿Y la electrónica? Pues igual que la ropa, lo único que te ahorras, por ejemplo en un Iphone, es el IVA; es más sale más apañado cambiarte de operadora telefónica, sufrir unos días la incompetencia de la compañía a la hora de hacerte la portabilidad que adquirir el teléfono de moda en el Sudeste asiático. Con cualquiera de los productos Apple ocurre lo mismo, y con el agravante que luego llegas a tu casa y por misterios de la electrónica, no funcionan. Y hacer la reclamación a la internacional es un lío de tal calibre que no compensa porque lo que te ahorras en el aparato, te lo gastas en teléfono. Y lo de regresar al origen del problema, chupándose 16 horas de vuelo, está claro que resulta sino imposible, si idiota. Nada, que mejor se compra en casa, porque, por ejemplo, Zara, es mucho más baratito aquí que allí. Además allí está prohibido fumar (más que aquí porque en la calle sólo puedes hacerlo en determinados rincones); comer chicle (de hecho no se vende una sola goma de mascar en todo el territorio); cantar; bailar; tirar papeles o salirse de las líneas marcadas en las escaleras y cintas mecánicas. Te pueden multar por todo, y eso que no hay policía por las calles, pero la ciudad, según me explicó un taxista, está plagada de cámaras y cuando no se chivan ellas de las fechorías que cometen los ciudadanos, lo hacen los propios ciudadanos. Un agobio, vamos porque vives en una especie de gran hermano sin que nadie te pida permiso.




Y como algo bueno hay que decir, diré que la cosmética si merece la pena. Por ejemplo, que el spa singapureño que visité está en un edificio colonial precioso ¡de una sola planta!, que me hicieron un tratamiento de muerte utilizando más de 55 principios activos que me dejaron la carita de porcelana. Que la compañía fue muy grata, tanto Begoña Galarza, la rrpp que organizó el viaje, como Camilo Germain, el fotógrafo que tomó testimonio gráfico de todo, han sido un hallazgo en lo personal y lo profesional y que en “Les Amis”, un restaurante francés divino, cenamos como reyes un menú premiado internacionalmente.


8 Comentarios

  • sirocox
    Posted 21 March, 2011 1:13 am 0Likes

    Ay preciosa, tu si que sabes vivir. Yo quiero cuidarme como tu, pero de momento tendré que conformarme a ver si me toca el gordo de algún premio.

  • Elisa
    Posted 21 March, 2011 1:43 am 0Likes

    Dior del amor hermoso… me he quedado muy impactada con eso de las cámaras que te "multan"… un GH sin quererlo tal cual. Un horror vamos.

  • Ross
    Posted 21 March, 2011 12:42 pm 0Likes

    Cuando he comenzado a leer parecía el paraiso pero, poco a poco, la cosa se ha ido chafando hasta llegar a lo de las cámaras, las líneas y las multas. Será por esto último,que el sábado me decía mi padre "con esta foto se dice todo, cuándo se verá una foto así en España?"y me mostraba una foto de un aeropuerto de Japón en la que se veía a mucha gente en dos filas una a cada lado, una para sentido y el centro del pasillo totalmente vacío.
    Perdón por el rollo que he soltado, ya nos contarás con detalle el spa de SKII

  • white-lotusflower
    Posted 21 March, 2011 1:10 pm 0Likes

    madre mia!!!
    Chica afortunada no, lo siguiente!!
    Yo tb kiero ser invitada a un spa de ese calibre, jajaja.
    Sin embargo, resulta ironico una ciudad tan llena de rascacielos, modernizandose y tan… llena de prohibiciones en otros aspectos, segun tengo entendido esta tb prohibido gritar en la calle y besar a tu pareja en la calle tb, no?
    Bsos

    http://white-lotusflower.blogspot.com/

  • Booni
    Posted 21 March, 2011 3:18 pm 0Likes

    Yo estuve este verano de paso y me encantó 🙂
    Te fijaste que ese edificio de día parece un barco, pero de noche parece un avión? O por lo menos a nosotros nos lo pareció xD
    Todo eso de fumar, tirar papeles… es más bien en el centro, en Little India por ejemplo, no hay zonas para fumar, la gente fuma por la calle e incluso vi una trifulca de ratas :S Pero si que en general está muy cuidado.

    Me alegro de que lo pasaras bien.
    Un saludo 🙂

  • Andrea Cuesta
    Posted 22 March, 2011 10:27 am 0Likes

    Qué maravilla! A ver si nos cuentas más del Spa y nos enseñas alguna fotito!!

  • King of Pop
    Posted 22 March, 2011 1:17 pm 0Likes

    Singapore, a "fine" city.

  • Anonymous
    Posted 10 June, 2011 1:42 am 0Likes

    hey mi querida en muchas cosas tienes razón, pero con todo y su camarita yo amo ese país es maravilloso vivir allí,por su organización limpieza y belleza ademas lo educado, y que si gritas y besas? pues a montones, todos los chicos noches tras noches andan borrachos con sus nenas, besándose, bailando y en noche de chicas los miércoles, te falto por disfrutar de singapur, es simplemente maravilloso..oh y no dejan de visitar Marina Bay, hotel Hilton.

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