Que ellos las prefieren rubias no es una afirmación que Howard Hawks se sacara de la manga con Marilyn Monroe, que por cierto era castaña, es algo que viene ocurriendo a lo largo de la historia. Ya en la Roma clásica se empleaban excrementos de paloma y sebo de cabra para aclarar el pelo, en el Renacimiento lo conseguían con orina de caballo y mucho más recientemente se recurría a los baños con manzanilla para “iluminar” las melenas.

Con el descubrimiento de los poderes del agua oxigenada y de los tintes profesionales, poseer el cabello rubio se convirtió en algo menos escatológico, más sencillo y, por supuesto, más “sexy”. Además de Norma Jean, Jean Harlow, Lana Turner, Brigitte Bardot, Farrah Fawcet, Kim Basinger, Madonna, Michelle Pfeiffer, Sharon Stone, Meg Ryan o Cameron Díaz, entre muchas otras, en sus respectivas épocas se convirtieron en las rubias más deseadas del planeta. Sin embargo pese a la cantidad de melenas doradas que inundan pasarelas, carteleras y calles en general la naturaleza no es muy generosa con las incondicionales del pelo claro. En España, solo el siete por ciento de sus habitantes tiene el cabello rubio natural. Los demás, está claro que se lo tiñen. ¿Por qué?

Porque el pelo claro desde siempre ha significado el glamour, la suavidad, la dulzura, la elegancia y, sobre todo, la juventud ya que este tono suaviza las facciones y es un color que no determina en exceso la imagen, como un negro azabache o un pelirrojo. Según el último estudio de mercado realizado por Garnier Nutrisse para conocer cuáles son los colores favoritos para el cabello de las mujeres españolas el ranking lo lideran el negro azulado y el castaño dorado así como el rubio natural y el rojo intenso. Sin embargo, si son los hombres los que opinan del color del pelo que prefieren para las mujeres, ellos se decantan en primer lugar por el rubio extra-claro y el rojo cobrizo. Según esta encuesta, las mujeres rubias se perciben como las más sensuales, coquetas, presumidas y al mismo tiempo liberales, imprevisibles y ambiciosas. 
Entre los distintos tipos de rubios quería hacer especial hincapié en los rubios naturales, de bote y platinos.
Rubio natural. Con excepción de las mujeres nórdicas, que además del pelo y los ojos claros lucen unas cabelleras doradas, el resto de las mortales deben resignarse a pasar por la peluquería con más frecuencia de la que desearían. Con los años hasta las melenas más claras se van oscureciendo y aquellas mujeres que de pequeñas eran unas rubitas monísimas, con el paso del tiempo se convierten, en el mejor de los casos en castañas claras. Para que este tipo de cabellos conserve su tonalidad original en las mejores condiciones durante el máximo tiempo posible hay que recurrir a las mechas, los reflejos y el tinte.

Rubio de “bote. A la hora de decantarse por aclarar el cabello hay que tener en cuenta que existen diferentes tonalidades de rubio y que cada una de ellas precisa unos cuidados específicos. A la hora de volverse rubia –en cualquiera de sus versiones- es preciso decolorar el cabello. Esta acción de por sí ya constituye una agresión capilar ya que lo hace es eliminar los pigmentos naturales del cabello. Con esto se consigue la imagen deseada pero tiene un coste: el cabello se vuelve más frágil, seco y poroso. Por supuesto cuanto más se aclare mayor será la agresión y mayores los cuidados que el cabello precisará para mantenerlo sano y bonito. Actualmente los champús, acondicionadores, mascarillas y serums reparadores para cabellos teñidos son imprescindibles para conservar el tono rubio durante más tiempo.

Rubio platino. Es el rubio más osado y el más agresivo ya que lograrlo significa pasar por un proceso de decoloración total para eliminar cualquier rastro de pigmento del cabello para, a continuación aplicar un tinte permanente. Esto es obvio que repercute considerablemente en la salud capilar por lo que se hace imprescindible “repararlo” a conciencia y cuidarlo de forma minuciosa evitando en lo posible el uso del secador para no maltratarlo aún más, empleando mascarillas, acondicionadores y aceites capilares y alternando los champús reparadores con champús con pigmentos violeta, que se emplean también para cabellos canosos. Estos últimos evitan que el cabello adquiera un tono “amarillo huevo” poco favorecedor. Este tono de cabello solo es apropiado para mujeres con la piel y los ojos muy claros, en caso contrario, cualquier detalle como las cejas oscuras, por ejemplo, puede dar una imagen chabacana y vulgar. 

Cuidados básicos. Los cabellos teñidos precisan unos mimos especiales y frecuentes, los retoques deben hacerse antes de que las raíces delaten que ese estupendo rubio es artificial, cada quince días y sólo en las raíces. Además teniendo en cuenta que las decoloraciones deshidratan el cabello es preciso hidratarlo a conciencia para que no pierda brillo y se quede opaco. Los sombreros ante el sol y productos especiales para proteger del cloro, de la sal marina o de las aguas con excesiva cal también deben ser de uso constante en este tipo de melenas. Si una se aclara excesivamente el cabello, debe hacerlo también con las cejas, aunque uno o dos tonos más oscuras que el pelo, para crear una armonía de color en el rostro.

2 Comentarios

  • N.Poe
    Posted 7 July, 2010 12:15 am 0Likes

    He llevado el pelo de todos los colores… menos rubio. No termino de verlo para mi. Me he quedado en el cobrizo.

  • Gabriela
    Posted 18 July, 2010 8:30 pm 0Likes

    Yo tenía el pelo tirando a rubio pero con los años se me ha oscurecido bastante como comentas en el post. Ha habido épocas que he llevado mechas pero prefiero no estropear mi pelo y encima requieren demasiada dedicación, renovarlas cada dos o tres meses… En fin, la conclusión es que ahora llevo mi color natural y tan contenta aunque sea más oscuro de lo que era antes.

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